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Las zonas francas canarias se marcan la estrategia de atraer inversiones de los países asiáticos

Los delegados de las zonas francas de Gran Canaria, Carlos Ester (d), y Tenerife, Gustavo González (2d).

Efe

Santa Cruz de Tenerife —

Las dos zonas francas canarias, la de Gran Canaria y la de Tenerife, buscan su lugar en la economía global con dos estrategias complementarias: pasar de la tricontinentalidad entre Europa, África y América a la “cuatricontinentalidad”, con la incorporación del mercado asiático, y consolidar el eje atlántico de zonas francas.

Los delegados de las zonas francas, Carlos Ester Sánchez, en Gran Canaria, y Gustavo González de Vega, en Tenerife, expusieron este miércoles la contribución de estos instrumentos a la internacionalización de la economía canaria en la Comisión de Asuntos Europeos del Parlamento de Canarias, y dejaron evidencia de la precariedad de sus presupuestos, de algo más de 200.000 euros.

Esta escasez ha impedido, por ejemplo, que la Zona Franca de Gran Canaria haya podido actualizar su página web en el último año. En el caso de Tenerife, la escasa dotación hace que funcione sin ningún tipo de personal más allá de su delegado. “La zona franca soy yo”, proclamó irónicamente González de Vega.

Las aportaciones del Gobierno de Canarias, sumadas a las de las respectivas autoridades portuarias, cabildos y ayuntamientos son las que han permitido al menos desde el año pasado contar con una certeza financiera para seguir consolidándose, según expusieron los delegados.

En España hay siete zonas francas; además de las dos de Canarias están las de Vigo, Barcelona, Cádiz, Sevilla y Santander.

Son áreas portuarias delimitadas en las que no se grava el tránsito de mercancías para las empresas que se instalan en ellas, que quedan exentas de aranceles de importación y exportación, así como del IVA, o del IGIC en el caso de Canarias.

Las dos zonas francas canarias tienen una ventaja añadida respecto al resto de zonas europeas, ya que son compatibles con la Zona Especial Canaria (ZEC), de modo que también pueden tributar las empresas al 4% en el Impuesto de Sociedades.

Esta ventaja fiscal añadida consigue prácticamente igualar las ventajas fiscales de las zonas francas canarias con las de América y África, lo que favorece el principal proyecto de la Zona Franca de Tenerife, que es la consolidación de una red de zonas francas en el Atlántico que permita recuperar el tráfico de mercancías histórico de la región, según expuso Gustavo González.

La Zona Franca de Tenerife es la más joven de España, ya que empezó a funcionar en 2012 y cuenta con ocho empresas autorizadas para instalarse dedicadas a la reparación naval, agroalimentación, química y logística.

Cuenta con perímetro vallado de 50.000 metros cuadrados en la Dársena de Los Llanos y con otro de 200.000 metros en la Dársena Pesquera, así como 600.000 metros autorizados en el Puerto de Granadilla.

El delegado de la Zona Franca de Tenerife indicó que la falta de personal de apoyo ha tenido un aspecto positivo, puesto que al no tener gastos de nóminas se ha podido acometer la estrategia de convertir a Canarias en un “puente fiscal y tributario” para inversores mediante la consolidación de una red atlántica de 500 zonas francas en 22 países y 10.000 empresas, un proyecto liderado desde la isla.

Esa red posicionará a las dos zonas francas canarias como eje tricontinental del corredor del Atlántico sur, en una estrategia en la que colaboran todos los actores institucionales y empresariales de las islas, explicó González de Vega.

Los dos delegados coincidieron en que cualquier empresa con interés en introducirse en el mercado africano cuenta con dos zonas francas estratégicas desde todos los puntos de vista, tanto en seguridad jurídica, como infraestructuras portuarias y ventajas fiscales.

Otro punto a favor del protagonismo canario es geopolítico, ya que la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha complicado las relaciones con los países de Latinoamérica, empezando por México, que “han dejado de mirar tanto al norte” y buscan otras oportunidades en Europa.

Junto al protagonismo de las zonas francas canarias como plataforma tricontinental y base para negocios con África, el delegado de la Zona Franca de Gran Canaria, Carlos Ester hizo hincapié en la importancia de atraer inversiones asiáticas.

China es el primer país del mundo en inversión en el exterior y los países asiáticos lideran la inversión en África, de ahí la importancia que pueden cobrar las zonas francas canarias en esa dinámica.

La Zona Franca de Gran Canaria se constituyó en 1998 y cuenta con treinta empresas dedicadas a la logística, la reparación naval y los combustibles, que producen 200 empleos directos.

“Las zonas francas de Canarias son muy poco conocidas, tratamos de ponerlas en valor sobre todo por su cercanía con África, porque son una herramienta de primer orden para la generación de economía y de empleo”, explicó Ester.

En el caso de Gran Canaria, la estrategia pasa por “pasar de la tricontinentalidad a la cuatricontinentalidad”, para ser, con la incorporación del mercado asiático, punto de conexión de cuatro continentes.

De momento, está en estudio una importante inversión china relacionada con las energías renovables en Arinaga, adelantó Carlos Ester.

Los dos delegados constataron que no existe ningún tipo de recelo ni rivalidad entre las dos zonas francas y subrayaron la complementariedad de las dos herramientas.

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