El ministro de Finanzas alemán cree que la crisis de deuda terminará en 2012
BERLÍN, 30 (EUROPA PRESS)
El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, considera que la crisis de deuda que atraviesa la eurozona podrá estar controlada en los próximos doce meses, al mismo tiempo que ha descartado que se produzca una ruptura de la zona euro.
“Creo que habremos avanzado lo suficientemente en los próximos 12 meses como para que hayamos logrado evitar el riesgo de contagio y hayamos estabilizado la zona euro”, aseguró el ministro alemán en una entrevista concedida al diario 'Handelsblatt'.
En esta línea, confió en que todos los países del euro hagan grandes progresos al hacer frente a sus problemas particulares, aunque reconoció que en algunas economías estos son “bastante grandes”, ya que se han ido acumulando con los años y llevará tiempo resolverlos.
Para ello, subrayó que es necesario que los países ofrezcan “credibilidad” a la hora de solucionar sus problemas de forma independiente y sostenible, lo que se refiere tanto al anuncio de medidas como a su aplicación, algo que recordó “no se aplica sólo a Grecia”.
Además, incidió en la importancia de dotar a Europa de las estructuras necesarias para “una unión estable”, como ya se ha acordado, y reforzar los mecanismos de ayuda a los países que tienen problemas de financiación, una medida que, alertó, no debe debilitar “la motivación para avanzar en los dos primeros pasos”.
A este respecto, apuntó que cuanto antes se aporte la financiación al Mecanismo de Estabilidad Financiera (Mede), que entra en vigor en 2013, será mucho mejor, ya que no sólo permitirá al fondo de rescate permanente actuar, sino que hará recuperar la confianza de los inversores y los mercados internacionales en la eurozona.
DESCARTA UNA RUPTURA DEL EURO.
Por otro lado, Schaeuble afirmó que, con toda la información con la que cuenta en este momento, descarta un ruptura de la zona euro, y recalcó que los líderes de la unión monetaria deben hacer todo lo posible por evitar este escenario.
En este sentido, reconoció que la Unión Europea no puede obligar a nadie a quedarse si no quiere pertenecer ya a ella, pero incidió en que este posibilidad no se contempla en este momento.
Asimismo, remarcó que Europa no atraviesa una crisis del euro, sino una crisis de deuda soberana en algunos países de la Unión. Además, defendió que en estos diez años el euro ha demostrado su eficacia y es una “moneda estable”, tanto dentro como fuera de la eurozona.