Sindicatos piden al Gobierno que no escuche “posturas extremistas” de empresarios
SEVILLA, 17 (EUROPA PRESS)
Los secretarios generales de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, han lamentado que el Gobierno central no les ha llamado para mantener un contacto directo, tras lo que han pedido al Ejecutivo que “no haga oídos a posturas extremistas” de cierta parte de los empresarios “poco comprometidos con la economía española”.
En declaraciones a Canal Sur Televisión recogidas por Europa Press, el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, quien ha recordado que no está de acuerdo con emprender en este momento una reforma laboral y considera más prioritarias otras reformas como la del sector financiero o la reforma fiscal, cree que el Ejecutivo “debería decir para qué, con qué objetivos y con qué medios toca hacer esa reforma laboral”.
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, apunta que “se da la situación surrealista de que nos plantean que debemos buscar acuerdos en función de unos objetivos, pero el Gobierno de la nación no nos ha dicho qué pretende ni cuáles son sus objetivos”.
Tanto Toxo como Méndez han indicado que están negociando con los empresarios, algo que ya venían haciendo antes de las elecciones y que continúan en la actualidad, “porque los convenios siguen y hay que determinar la evolución de los salarios para los próximos años y discutir una serie de cuestiones que afectan al empleo, a la calidad y cantidad”, indicó Toxo.
Por su parte, Méndez reiteró que “se sigue hablando y negociando con la patronal, pues ambas partes reafirmamos nuestra responsabilidad para discutir lo relacionado con salarios, flexibilidad interna de las empresas y estructura de la negociación colectiva”.
Asimismo, ambos dirigentes sindicales aseguraron que no están en la “urgencia” que propugna el Gobierno para culminar dicha reforma laboral, de forma que, según el secretario general de UGT, Cándido Méndez, “los plazos se los impone el Gobierno a sí mismo, pero los sindicatos no nos sentimos constreñidos; nosotros no hablamos de tiempo, sino de voluntad, y tenemos toda la voluntad para alcanzar el acuerdo”.
Tanto Méndez como Toxo han indicado que ya enviaron las propuestas sindicales, pero han lamentado que el Gobierno no les ha llamado, de manera que “la única reacción que conocemos públicamente es la expresada por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que dice que nuestros planteamientos son insuficientes”, ha indicado Toxo, mientras que Méndez ha reiterado que las centrales no han mantenido “ningún contacto directo” con el Gobierno.
Cándido Méndez considera que el Gobierno, “si quería haber efectuado un balance el pasado lunes, lo lógico hubiera sido abrir diálogo con sindicatos y empresarios”, tras lo que apunta que “si, en cualquier caso, el Ejecutivo central en este momento ya empieza a trabajar y ha quedado en diseñar un proyecto de reforma laboral, lo lógico y su deber institucional es abrir un proceso de diálogo con organizaciones sindicales y empresariales, iniciando una nueva fase”.
Toxo asimismo advierte de que “no es cuestión de tiempo, sino un problema de contenidos, pero las cosas hechas a destiempo pueden complicar la situación de partida y promover reformas inadecuadas”, tras lo que ha recordado el “fracaso más que evidente” de la reforma anterior.
CRÍTICAS A LOS EMPRESARIOS Y DEFENSA DE SINDICATOS
Toxo ha criticado la actitud de una parte del empresariado, “el menos dinámico de la economía española” que, a su juicio, “espera aprovechar la crisis para modificar la norma laboral y tener ventaja competitiva, y para ello necesita aumentar su poder, tener flexibilidad absoluta y que la negociación colectiva pase a ocupar un lugar marginal”.
Por ello, este dirigente sindical cree que el Gobierno “haría muy mal haciendo oídos a esas posiciones extremistas, poco comprometidas con la economía española”, tras lo que apunta que el empleo “no nace del Estatuto de los Trabajadores, sino de la actividad económica y una política de ajustes brutales solo esta provocando mas recesión y mas destrucción de empleo”. “La reforma laboral puede animar la creación de empleo si crece la economía, si no, puede ser contraproducente”, ha apuntado.
Cándido Méndez ha criticado además la “tentación permanente” de “intentar arrinconar el papel del movimiento sindical”, tras lo que considera que los empresarios plantean ir a la reforma laboral “para intentar arrinconar a las organizaciones sindicales, pero nos respaldan los trabajadores”.
Méndez ha advertido además a los empresarios de que “por este procedimiento no van a ganar, así no contribuyen ni a ejercer su papel ni a resolver problemas” y ha lamentado que “haya portavoces empresariales que están en la doctrina y no en la realidad empresarial, confundiendo los objetivos y necesidades”.
“QUE EL GOBIERNO NO SE CONFÍE”
Preguntado por una posible convocatoria de huelga general, Toxo, quien reconoce que “hay incertidumbre y la gente tiene miedo a perder el puesto de trabajo”, lo cual “retrasa la contestación”, ha advertido al Gobierno de que “no se confíe ni actúe a impulsos de la agenda del Banco Central Europeo”.
Así, advierte de que “lo que ahora es apatía puede devenir en un estado de ánimo radicalmente distinto”, aunque ha dejado claro que los sindicatos “no están en la lógica de convocar huelga general, aunque creamos que no toca ahora una reforma laboral”.
LA REFORMA LABORAL NO ES UNA BALA DE PLATA
Cándido Méndez asimismo rechaza que se haga “ni lo que quieran los mercados, ni las empresas, ni los sindicatos; hay que tomar decisiones en función de lo que quiera nuestro país, y ante todo evitando la destrucción de empleo que se va a seguir produciendo en España”.
En ese sentido, Méndez ha advertido de que la reforma laboral “no es la bala de plata que va a acabar con el paro, eso solo ocurre en las películas de licántropos, al contrario, hay reformas que provocan mayor degradación y mayor destrucción de empleo”.
Por otro lado, Toxo ha criticado que “se juega con el coste del despido y con la idea de que el despido cuesta siempre 45 días por año, cuando eso no es así, hay que dejar de confundir a la sociedad y hablar de otras cosas, como la necesidad de anticipar la posibilidad de contratar sin esperar a que suba el PIB; debemos hablar más de contratación, no de despido; hablemos de contrato dual, no de subterfugios para dinamizar el coste del despido”.
En esa misma idea, Cándido Méndez considera que “todos los ciudadanos tienen derecho a tener empleo, peor no todo vale a la hora de calificar como empleo, un trabajo digno y con derechos es un trabajo amparado por convenios colectivos”.