El turismo español cierra 2008 en crisis y no se recuperará hasta 2010
El turismo español entró en 2008 en una crisis de la que no se recuperará hasta 2010, según las previsiones difundidas este miércoles por la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur).
Su vicepresidente ejecutivo, José Luis Zoreda, dijo en una rueda de prensa que el sector turístico empezó a notar notablemente el cambio de ciclo a partir del verano por la caída de la demanda nacional.
El turismo, por primera vez en la última década, no suma en 2008 al crecimiento de la economía española, sino que resta, ya que el PIB turístico -ISTE- (elaborado por Exceltur) cayó el 1,1% respecto a 2007.
Asimismo, el lobby estima para 2009 una disminución adicional del 3% del PIB turístico en España, mayor que el 1,2% del PIB del conjunto de la economía que prevén los analistas.
Lo que preocupa a Zoreda es la reducción del nivel de empleo en el sector turístico en 2008, ya que las previsiones recientes hechas por AFI (Analistas Financieros Internacionales) sobre la evolución de los afiliados a la seguridad social de la hostelería y agencias de viajes indican para mayo de 2009 una caída por encima del 6%, lo que supondrá casi 100.000 trabajadores menos.
También la vicepresidenta de Exceltur y consejera delegada del grupo Globalia, María José Hidalgo, aportó un dato preocupante, la cobertura de reservas a futuro se encuentra en estos momentos en un nivel entre un 15 y un 18% inferior al de la misma fecha de 2007, además de que ningún turoperador británico ha volado a Baleares en los últimos meses del año.
Zoreda explicó que en 2008 ha habido dos años turísticos en un mismo ejercicio, ya que, tras el primer trimestre bastante esperanzador, se registró un giro del 180 grados a partir del verano para finalizar con un retroceso muy pronunciado entre octubre y diciembre.
El caos del aeropuerto madrileño de Barajas, debido a una supuesta huelga de celo de los pilotos de Iberia, aunque ha podido contribuir a los malos resultados del turismo a finales de año, seguro que ha sido “desfavorable” para la imagen de España tanto en el mercado nacional como en el internacional.
Agencias de viajes y alquiler de coches, entre los más afectados
La crisis, a la que en un principio el turismo parecía inmune, llegó más tarde de forma muy acusada, sobre todo para las agencias de viajes tradicionales, cuyo beneficio se redujo por encima del 10%.
Aunque todos los subsectores han sufrido caídas tanto de ventas como de beneficios, entre los más afectados destacan, además, empresas de alquiler de coches, hoteles urbanos y líneas aéreas, aunque estas últimas se han visto beneficiadas en los últimos meses por la bajada del precio del petróleo que se reflejará en sus resultados de 2009.
En cambio, las estaciones de esquí y el AVE se han salvado y han mejorado sus resultados en 2008 respecto a los obtenidos hace un año.
La demanda extranjera se mantuvo hasta el verano, pero empezó a resentirse, particularmente la de británicos y en menor medida de alemanes y norteamericanos, desde septiembre para cerrar el año por debajo de las cifras del ejercicio anterior.
Los ingresos reales derivados de la llegada de turistas internacionales se han reducido hasta el mes de octubre un 4,1%, según el Banco de España, y cifras malas registradas en noviembre y las esperadas para diciembre anticipan una caída algo superior hasta final de año.
A pesar de que el número de turistas se ha reducido más que los ingresos, 2008 cerrará con una nueva caída del ingreso real por cada llegada de un visitante extranjero, ya que en 2008 cada una de ellas generó 607 euros, mientras que hace ocho años aportaba 837 euros.
Los destinos españoles de sol y playa han seguido perdiendo cuota de mercado respecto a los países del Mediterráneo Oriental, que como Egipto y Turquía han cerrado 2008 con nuevos aumentos de dos dígitos, ya que es difícil competir con ellos por precio.
En cuanto a los destinos españoles, Aragón (por la Expo de Zaragoza), Pirineos (por la nieve), Extremadura y Canarias han finalizado el año con resultados más favorables, mientras que el norte, el Mediterráneo y Madrid han aguantado peor la crisis.