El turismo gastronómico atrajo a seis millones de visitantes en 2010
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El turismo gastronómico atrajo a seis millones de visitantes el pasado año, cuyo gasto medio creció un 7%, en contraposición con la subida del 1% del turista 'general', según ha indicado el secretario general de Turismo y Comercio Interior, Joan Mesquida.
Durante su ponencia en la jornada 'Turistas, Turismo y Vino', Mesquida resaltó la “importancia” de la gastronomía en el turismo español, puesto que atrae al país “la mitad del número de visitantes que recibe Egipto en un año”, explicó.
Además, Mesquida indicó que durante 2010 la facturación en restauración alcanzó los 7.400 millones de euros y añadió que el turismo gastronómico “mejora y diversifica” la imagen internacional del destino España.
A su vez, comentó que otra de las “ventajas” de este segmento turístico es que desestacionaliza el sector y ayuda a “captar” nuevos mercados a nivel global.
Por ello, el secretario general de Turismo y Comercio Interior comentó que la gastronomía “casa perfectamente” con la promoción turística de España, por lo que en las campañas de promoción del país aparece como “elemento fundamental” para dar a conocer la Península a nuevos mercados.
EL ENOTURISMO MOVILIZÓ A 1,4 MILLONES DE VISITANTES
En 2010 el número de visitantes de las bodegas asociadas a las Rutas del Vino de España ascendió a 1,4 millones de visitantes, lo que supone un incremento de 18.061 turistas más que las cifras registradas en 2009, es decir, un 1,27 más, según datos del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino en España.
En cuanto al gasto medio diario de los enoturistas se cifró el pasado ejercicio en 107 euros, frente a los 98 euros de los turistas generales que recibió España, desembolso que asciende hasta los 257 euros de gasto medido durante toda la estancia.
Por otro lado, primavera y otoño son las épocas más proclives al enoturismo, siendo los meses de mayo y octubre los más fructíferos en cuanto a visitantes, seguidos de abril y septiembre, por lo que el turismo del vino “favorece la desestacionalización y el alargamiento de la temporada”, informa el Observatorio.