Tres detenidos en Italia por su relación con Al Qaeda y con grupos de apoyo en el 11-M

La policía italiana detuvo este sábado en Perugia (centro) a tres marroquíes, entre ellos el imán de una mezquita, acusados de pertenecer presuntamente a un grupo cercano a Al Qaeda y de estar relacionados con grupos sospechosos de haber apoyado los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.

Con la detención de los tres marroquíes se han evitado “riegos muy concretos” de atentados, aseguró este sábado el ministro de Interior, Giuliano Amato, que denunció el uso de la mezquita de Perugia para fines terroristas.

“Una larga investigación ha llevado a localizar no sólo una predicación más o menos radical, sino al utilizo de una mezquita para actividades terroristas”, afirmó Amato, quien agregó que las detenciones confirman “la necesidad de mantener siempre alta la vigilancia en lugares que sólo deberían servir para actividades religiosas.

Y es que uno de los tres detenidos es Korchi El Mustafá, de 41 años, con permiso de residencia en Italia, imán de la mezquita de Ponte Felcino, en las afueras de Perugia.

Los otros son sus compatriotas Mohamed El Jari, de 47 y Driss Safika, de 46, ambos residentes ilegales y que se alojaban en el centro religioso.

El primer ministro, Romano Prodi, expresó también su felicitación por la desarticulación de la célula y dijo que el país se había librado de una “temible amenaza”.

Según los investigadores, en la mezquita no sólo se incitaba a los fieles a la Yihad (Guerra Santa), sino que en la misma se adiestraban a personas, entre ellas niños, con finalidad terrorista en materia de armas, explosivos y sustancias tóxicas.

“Las investigaciones realizadas han evidenciado que la mezquita de Ponte Felcino era una verdadera escuela de terrorismo, enmarcada en un sistema practicado por pequeñas células que actúan de manera autónoma”, afirmó el director de la Oficina Central de Investigaciones Generales y Operaciones Especiales de la policía (UCIGOS), Carlo De Stefano.

Material terrorista en la mezquita

Los tres detenidos -más otro marroquí que se encuentra en el extranjero pero está identificado- mediante la visión de películas, proclamas, mensajes y documentos descargados de Internet instruían en la mezquita, en horas de culto, a fieles y los adiestraban en el uso de las armas, lucha cuerpo a cuerpo y acciones terroristas.

El material terrorista que mostraban lo descargaban de página de Internet “protegidas”.

En la documentación descargada de la red se daban, según los investigadores, “minuciosas” indicaciones de como usar sustancias venenosas y material explosivo, como llegar a zonas de conflicto de manera segura, envío de mensajes codificados a través de internet e incluso clases de como pilotar un avión Boeing 747.

Los agentes descubrieron en la mezquita de Ponte Felcino partes mecánicas para confeccionar presumiblemente explosivos.

Los investigadores también descubrieron que un extranjero que visitaba la mezquita abandonó Perugia con destino, presumiblemente a Irak y que mantuvo contactos con “numerosos extranjeros residentes en otros países europeos”.

Según De Stefano, se han comprobado relaciones de ese extranjero -cuyo nombre no fue facilitado- con dos marroquíes residentes en Bélgica y que fueron arrestados hace dos años, “en cuanto miembros de una célula del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, sospechoso de haber prestado ayuda a los que atentaron en Madrid en marzo de 2004”.

El jefe policial añadió que la salida de ese extranjero de Perugia está posiblemente relacionada “con la actividad de una célula ubicada en la mezquita de Perugia, donde evidentemente se realizaba el reclutamiento (de presuntos terroristas)”.

Los tres detenidos más el cuarto al que busca la policía y ya ha sido identificado y saben en que país está, aunque no lo han desvelado, están acusados de proselitismo y adiestramiento de personas para finalidades terroristas.

Tras conocerse la operación policial, denominada Hamman, dirigentes políticos de la oposición, como Isabella Bertolini, de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, pidió al Gobierno que se suspendan las financiaciones a las mezquitas, de las que dijo deben ser sometidas a rigurosos controles, ya que en ellas se difunde “propaganda integrista contra Occidente”.

El dirigente de la Liga Norte (oposición) Roberto Cota calificó las mezquitas de “bombas de relojería” y exigió un control más exhaustivo sobre las actividades que ejercen.

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