Djinnit: “La guerra de Mali pudo haber sido evitada”
La guerra de Mali pudo haber sido evitada si la comunidad internacional no hubiera mirado para otro lado cuando vio venir los problemas que surgían en el territorio africano ante el protagonismo que progresivamente iban cobrando yihadistas y rebeldes tuaregs.

Esa es una de las conclusiones de la intervención que el Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas y Jefe de la Oficina de Naciones Unidas para África Occidental en Dakar, Said Djinnit, formuló el jueves 4 de abril en la sede de Casa África, en Las Palmas de Gran Canaria. El embajador, que pronunció la conferencia Amenazas a la seguridad y nuevos vectores de conflicto en el África Occidental, señaló que “la crisis en el Sahel, como en su momento el conflicto de Ruanda, pudo haber sido evitada”.
Ante un auditorio abarrotado de público, Djinnit precisó que “es fundamental no dejar que surjan problemas como el de Mali; todos vemos llegar los problemas, pero hay que moverse para atajarlos antes de que exploten”. Para ello abogó por una mayor inversión en medios para la prevención de los conflictos, una medida que pasa además por estrechar más sinergias entre estados y organismos trasnacionales.
En esa lucha contra la inseguridad en la zona, el Representante de Naciones Unidas considera de vital importancia el papel que puede desarrollar España y Canarias, en concreto, por su proximidad con África. “España, y especialmente Canarias, tiene un rol con un valor añadido en la lucha contra los desafíos que encontramos en África Occidental”.
Decepcionante para muchos de los presentes por pasar por alto el conflicto del Sahara y las relaciones entre Marruecos y Argelia, Djinnit se excusó ante los presentes alegando que esos asuntos no eran de su competencia. Asimismo, indicó que “sobre la tan cuestionada responsabilidad de las potencias coloniales, hemos hablado mucho, pero la mayoría de los problemas son africanos, y son los africanos los que tienen que resolverlos; lo contrario sería una ingerencia en asuntos que no nos competen”.
Ciñéndose por tanto al área de su influencia, la que engloba a los países de Mauritania, Senegal, Mali, Guinea, Nigeria, Costa de Marfil, Burkina Faso y Benin, el embajador Djinnit hizo un ligero diagnóstico de los problemas que azotan ahora a esa región africana y que condicionan su estabilidad y seguridad. El terrorismo, la piratería, el tráfico y consumo de drogas y hasta el blanqueo de capitales, son algunos de los asuntos que preocupan actualmente.
A la pregunta de un empresario sobre las posibilidades de inversión en la zona, reconoció que toda la región se encuentra “en una larga fase de transición con una inestabilidad relativa y con muchos altibajos”. Aun así, animó a los empresarios europeos a no dejarse ganar la carrera que ya han emprendido los chinos. Sin mencionar nombre de países, alentó a trabajar en aquellos que se encuentran “en fase de estabilización”.