La escalada de violencia sacude a la sociedad egipcia

Efe

Más de 200 personas murieron en las últimas horas y unas 4.000 resultaron heridas en choques entre partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi y la policía en el distrito cairota de Ciudad Naser, informaron hoy los Hermanos Musulmanes.

La Hermandad, que citó fuentes del hospital de campaña de la plaza de Rabea al Adauiya, señaló en su página web que la mayoría de las víctimas en los enfrentamientos de la pasada madrugada presenta disparos de bala en la cabeza, el cuello y el pecho.

El hospital de Rabea al Adauiya, donde los seguidores de Mursi están acampados, ha cerrado sus puertas porque no puede atender a más víctimas por estar desbordado.

Un portavoz del grupo de jóvenes de los Hermanos Musulmanes explicó a Efe que en ese centro sanitario hay un gran número de cadáveres y heridos, y faltan medicinas y médicos especialistas.

Según esa fuente, los enfrentamientos cesaron esta mañana, aunque en la zona todavía hay fuerzas de seguridad desplegadas.

Por el momento, el Ministerio de Sanidad ha confirmado la muerte de 38 personas y 180 heridos, aunque ha matizado que solo ha contado a las víctimas ingresadas en centros dependientes él, por lo que no ha incluido a los que se encuentran en Rabea al Adauiya.

Los versiones sobre el inicio de los enfrentamientos son contradictorias.

Una fuente de los servicios de seguridad explicó a Efe que los disturbios comenzaron cuando los partidarios del depuesto presidente intentaron bloquear el puente 6 de Octubre, uno de los principales de la ciudad.

Los efectivos del orden advirtieron a los manifestantes de que no lo hicieran, pero estos insistieron y se iniciaron los choques.

La fuente subrayó que la policía intentó dispersar con gases lacrimógenos a los islamistas, que respondieron arrojándoles piedras y con disparos de perdigones. Sin embargo, los Hermanos Musulmanes sostienen que fueron los agentes quienes atacaron primero a los manifestantes con armas de fuego, con la excusa de que los participantes en la protesta querían cortar el puente 6 de Octubre.

Desmantelamiento de campamentos

Las autoridades se preparan para desmantelar “muy pronto” las acampadas de seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi en El Cairo, afirmó este sábado el ministro egipcio del Interior, Mohamed Ibrahim.

“Estamos trabajando para acabar con ambas protestas. Nos estamos coordinando para elegir el momento y la manera adecuada de hacerlo. No voy a decir que será mañana, pero ocurrirá muy pronto”, dijo Ibrahim en una rueda de prensa televisada.

El titular del Interior señaló que la preparación es importante para que no haya muchos daños durante la operación en las zonas donde están acampados los islamistas, la plaza de Rabea al Adauiya, en el distrito de Ciudad Naser, y en la del Nahda, en Giza.

Ibrahim hizo estas declaraciones después de que más de 200 personas murieran, según los Hermanos Musulmanes, en choques con la policía cerca de Rabea al Adauiya.

Por ahora, las autoridades han confirmado 38 fallecidos en los disturbios, aunque han matizado que solo han contado los ingresados en hospitales gubernamentales, por lo que no incluyen a los que encuentran en la zona de la acampada.

Ibrahim agregó que la policía detuvo a al menos 73 personas, algunas de ellas armadas, en esos choques, que se iniciaron la pasada madrugada y acabaron esta mañana.

El ministro insistió en que fueron los seguidores de Mursi quienes comenzaron las agresiones con el lanzamiento de piedras y el disparo de perdigones a los agentes, que intentaron evitar que bloquearan el puente de 6 de octubre, a su paso por Ciudad Naser.

“La sangre es cara para nosotros y la policía no puede dirigir sus armas contra el pecho de los manifestantes”, dijo Ibrahim, en respuesta a las acusaciones de los Hermanos Musulmanes, que han afirmado que los agentes dispararon balas a la cabeza y el torso de sus seguidores.

Para el ministro, la Hermandad está instrumentalizando los sucesos para obtener ganancias políticas.

En cuanto a Mursi, contra quien un juez dictó ayer prisión preventiva por quince días por su supuesta implicación en asesinatos y secuestros, entre otros cargos, Ibrahim apuntó que será el tribunal quien decida en qué prisión va a ingresar.

“Nosotros no hemos recibido ninguna notificación y si lo hacemos lo pondremos en una cárcel de alta seguridad para que no haya disturbios”, adelantó.

Preguntado por cuál sería la prisión que acogería al exmandatario, Ibrahim no descartó que pueda ser la cárcel de Tora, donde están recluidos varios líderes de los Hermanos Musulmanes y el antecesor de Mursi, el expresidente Hosni Mubarak.

Por otro lado, el responsable gubernamental anunció que ha ordenado reestructurar el aparato de Seguridad Nacional, que sustituyó a la temida Seguridad del Estado, símbolo de la represión de Mubarak, y que se restablecerá el departamento de actividades religiosas, anulado por Mursi.

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