Las fuerzas de la ONU han acorralado a los últimos defensores de Gbagbo
PARIS, 7 (Reuters/EP)
El ministro de Defensa francés, Gérard Longuet, ha asegurado este jueves que las fuerzas de la Misión de Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI) han conseguido acorralar a los últimos defensores del presidente saliente, Laurent Gbagbo, en una zona “limitada” del país africano.
“En este momento, la situación militar es la siguiente: la tropas de la ONUCI han rodeado en una zona limitada a los últimos defensores del anterior presidente”, ha afirmado Longuet durante una comparecencia en el Senado francés.
Las fuerzas leales al rival de Gbagbo y vencedor de las elecciones presidenciales del pasado 28 de noviembre según la ONU, Alassane Ouattara, están llevando a cabo una ofensiva en Abiyán, la ciudad más importante del país, para derrocar al presidente saliente, que se niega a ceder el poder.
Un portavoz de la ONU en Abiyán ha declarado a la agencia Reuters que Naciones Unidas ha enviado fuerzas al barrio de Cocody, donde se cree que se esconde Gbagbo --que estaría en un búnker-- pero que no pretende intervenir.
“Hemos enviado una patrulla a Cocody y sus inmediaciones, pero no va a intervenir”, ha explicado por teléfono el portavoz Hamadoun Touré. “No tengo conocimiento de que Ouattara haya solicitado nuestra intervención”, ha añadido.
Previamente, las fuerzas francesas habían atacado vehículos militares de las fuerzas leales a Gbagbo durante una misión con helicópteros mediante la que se rescató al embajador de Japón en Costa de Marfil.
Los soldados franceses iniciaron la misión durante la noche del miércoles al jueves, después de que unos soldados de Gbagbo irrumpieran en la residencia del embajador Yoshifumi Okamura, donde éste se había refugiado en una habitación del pánico junto a siete empleados de la Embajada, según ha relatado el portavoz de las Fuerzas Armadas francesas, Thierry Burkhard.
Mientras, la población local sufre los efectos de los combates por el control de Abiyán, que ya duran una semana. Además de las dificultades para obtener agua y comida, hay cortes en el suministro de electricidad con frecuencia y los hospitales están saturados por la gran cantidad de personas heridas que reciben.
Jean-Claude, uno de sus habitantes, ha explicado que, “cada mañana, la gente carga con bidones mientras recorre el barrio buscando agua”. “Ya no queda comida. La gente tiene que hacer largas colas tan solo para comprar una barra de pan”, ha añadido.