''Nervios de acero'' a la espera de la señal definitiva de las FARC

El operativo dispuesto en Villavicencio y reforzado este domingo para que una misión humanitaria internacional reciba a tres rehenes de las FARC está únicamente a la espera de que el grupo rebelde indique el sitio donde los entregará.

En las últimas horas, la liberación de Clara Rojas, su hijo Emmanuel, nacido en cautiverio, y de la ex congresista Consuelo González se aplaza constantemente a la espera de que las FARC den a la Cruz Roja y al Gobierno de Venezuela las coordenadas del lugar.

Este domingo, otros dos helicópteros venezolanos llegaron al aeropuerto de Villavicencio, capital del departamento del Meta (centro) para unirse a la flotilla que espera la orden de recoger a los rehenes en un punto de los llanos o las selvas del este colombiano.

La autorización de ingreso de estos helicópteros, más pequeños que los enviados anteriormente, fue elevada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en previsión de que haya dificultades con los otros aparatos en el lugar al que deben dirigirse a recoger a los rehenes.

Según el director del periódico comunista Voz, Carlos Lozano, que en varias ocasiones ha servido como mediador, la información de las coordenadas se sabrá “sólo en el momento en que lleguen al sitio”.

Pierre Dorbes, unos de los seis delegados del CICR que participan en el operativo humanitario, señaló que el papel de este organismo es “acompañar y facilitar todo el proceso de liberación”, y garantizar su “carácter humanitario”.

En Villavicencio está el vicecanciller de Venezuela para América Latina y Caribe, Rodolfo Sanz, como representante del Gobierno en la primera etapa de operación, cuya fase definitiva parece aplazarse de nuevo, según lo dicho en Caracas por el ex ministro Ramón Rodríguez Chacín.

El ex ministro de Interior, Chacín dijo que sólo está “esperando las coordenadas” sobre la ubicación de los tres rehenes para trasladarse a Colombia.

Los datos sobre las coordenadas “pueden llegar en cualquier momento”, agregó, para añadir que tiene la convicción de que la operación “se va a realizar con éxito en los próximos días”.

Así, la comisión internacional de garantes que encabeza el ex presidente argentino Néstor Kirchner y está en esta ciudad desde el sábado, sigue esperando que se concrete la operación ideada por el presidente Hugo Chávez y a la que el Gobierno de Colombia reiteró hoy todo su apoyo.

El gobierno de Álvaro Uribe aclaró además que no le corresponde ni requiere saber las coordenadas para recoger a los rehenes, según dijo Luis Carlos Restrepo, alto comisionado del Gobierno para la Paz.

Restrepo agregó en una primera rueda de prensa ante más de 150 periodistas que “no hay ningún plazo restrictivo” y que para la operación “mantenemos abierta la disposición para dar más tiempo o ampliar plazos para vuelos de aeronaves”.

Además, en posteriores declaraciones negó presiones de Estados Unidos, como había sugerido el sábado Chávez, en relación con el proceso para la liberación de los tres rehenes.

“Nosotros jamás hemos tenido presiones por parte de algún Gobierno extranjero en relación con esta misión humanitaria o con otras misiones humanitarias”, dijo Restrepo a los periodistas.

Los tres rehenes que las FARC prometieron liberar son Clara Rojas que fue secuestrada con su compañera de partido la colombo-francesa Ingrid Betancourt en febrero de 2002, y la ex parlamentaria Consuelo González de Perdomo, quien enviudó durante su cautiverio, en 2001, además del hijo de Clara, Enmanuel, de tres años, nacido en cautiverio.

Con los familiares de estos rehenes se reunieron este domingo en Caracas el canciller venezolano, Nicolás Maduro, y el coordinador Chacín. Maduro reconoció tras esa reunión que el rescate “pudiera demorarse otros días” y afirmó que la operación Emmanuel requiere “paciencia y nervios de acero”.

“Las cosas marchan, no tenemos ninguna duda de que con la fe, la confianza (...) y los nervios de acero, en estos momentos y en los días que están por venir vamos a lograr esta liberación”, declaró el canciller.

Entre los delegados gubernamentales que esperan en Villavicencio está el asesor presidencial brasileño Marco Aurelio García, así como representantes de Bolivia, Bolivia, Ecuador, Francia, Cuba y Suiza.

Las FARC tienen en su poder a 45 políticos, soldados, policías y estadounidenses que aspiran a intercambiar por cerca de 500 rebeldes presos. Clara y Consuelo forman parte de ese grupo de “canjeables”.

Para lograr ese intercambio humanitario, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, aceptó en agosto pasado la mediación del mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, y de la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba.

Pero Uribe canceló esa mediación en noviembre, molesto porque consideraba que Chávez estaba interfiriendo en asuntos internos de Colombia.

Ante esa medida, las FARC anunciaron el pasado día 18 la liberación de Clara, Consuelo y Enmanuel como “desagravio” al gobernante venezolano y la senadora Córdoba.

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