Una nueva isla para los refugiados del Merapi
YAKARTA, 30 (Reuters/EP)
Las autoridades de Indonesia han ofrecido a decenas de miles de indonesios que huyeron de sus hogares para escapar de la erupción del volcán Monte Merapi en la isla de Java que se instalen en otra isla menos poblada del país.
Unas 60.000 personas están viviendo en campamentos provisionales en la densamente poblada isla de Java después de que el volcán entrara en erupción el mes pasado y obligara a casi medio millón de personas a huir de sus hogares. La erupción también destruyó cosechas, edificios, carreteras y puentes.
Las autoridades indicaron este martes que han ordenado el cierre hasta finales de esta semana del aeropuerto nacional en el este de Java tras las erupciones del Monte Bromo, uno de las decenas de volcanes activos en el archipiélago.
“Esperamos que haya más erupciones”, ha señalado el director de la agencia de vulcanología de Indonesia, Gede Suantika, precisando que el Bromo está expulsando ceniza pero no lava.
El Gobierno se ha ofrecido a trasladar a decenas de miles de personas desplazadas por el Monte Merapi a Kalimantan, en la isla de Borneo, a unos 600 kilómetros al norte de Java. Para convencerles, se les ha ofrecido transporte, dos hectáreas de terreno y el pago de los gastos durante seis meses, según un responsable gubernamental.
En virtud del controvertido plan conocido como “transmigración” iniciado por Países Bajos, antigua potencia colonial de Indonesia, y continuado durante el régimen del presidente Sukarno tras la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno trató de trasladar a cientos de miles de personas desde las islas más pobladas, como Java, a otras zonas menos pobladas del país.
La oferta realizada por el Gobierno no parece ser lo suficientemente atractiva para algunos de los desplazados. “Todavía tengo un trozo de tierra que no se ha visto afectado por las nubes calientes o las inundaciones, y mis hijos todavía van a la escuela”, afirma Heri Suprapto, un padre de cuatro hijos que perdió su casa en la erupción.
En lugar de ello, se ha acogido a otro plan del Gobierno: la oferta de construir un alojamiento temporal con bambú cerca de su antigua vivienda, a 14 kilómetros del cráter del volcán.