Obama no volverá a luchar la batalla por la ley de sanidad
WASHINGTON, 29 (Reuters/EP)
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha asegurado que su reforma de salud es una parte importante de los esfuerzos para reducir el déficit presupuestario e insistió en que no va a “volver a luchar” la batalla para aprobar la ley.
Pese a que los republicanos han prometido derogar o sustituir la ley de salud firmada el pasado mes de marzo, Obama ha reiterado que los cambios son necesarios para ayudar a controlar el precio de los programas de seguros dirigidos por el Gobierno Medicare y Medicaid, y ha señalado que éstos causan una gran parte de problema del déficit presupuestario.
La Oficina Presupuestaria del Congreso estima que el déficit de los presupuestos generales alcanzará los 1,5 billones de dólares (1,1 billones de euros).
“La reforma sanitaria es parte de la reforma del déficit”, ha dicho Obama durante un encuentro con 'Families USA', un grupo que respalda dicha reforma. “Sabemos que los costos de atención de salud, incluyendo programas como Medicare y Medicaid, son los mayores contribuyentes a nuestro déficit a largo plazo. Nadie discute esto. Y esta ley disminuirá estos costos”, ha apostillado.
Muchos republicanos prometieron en las campañas del año pasado para las elecciones del Congreso derogar la reforma sanitaria, y tras ganar la mayoría de los escaños en la Cámara de Representantes en noviembre votaron este mes en ese sentido.
Es poco probable que ese esfuerzo llegue más lejos ya que los Demócratas controlan el Senado y no van a apoyar la derogación, pero los Republicanos siguen solicitando sustituir la ley “rama a rama” con otras medidas que, según ellos, provocarían un descenso de los crecientes costes.
Obama ha repetido que está abierto a cambios en la ley, pero ha reiterado que no volverá a luchar otra batalla de dos años para lograr su aprobación. También ha defendido la medida, que incluye disposiciones como que las compañías de seguros no puedan negar la cobertura de salud a los pacientes que estén enfermos y que permitan a los padres mantener a los niños bajo su nombre hasta los 26 años.
Asimismo, se ha mostrado irónico sobre algunos de los ataques que ha recibido la ley. “Usted puede haber oído una o dos veces que esta reforma tritura trabajos, pone a las ancianas en peligro o revienta los presupuestos, tal y como interpretan los opositores, peso eso no se corresponde con la realidad, únicamente lleva en vigor diez meses”, ha afirmado.