El objetivo del Ministerio de Inmigración francés es fabricar “buenos franceses”
PARIS, 28 (EUROPA PRESS)
El ministro de Inmigración galo, Eric Besson, ha defendido que el departamento que dirige, que también se encarga de Integración e Identidad Nacional, debe ser una “fábrica de buenos franceses”, en un momento en que el Gobierno de Nicolas Sarkozy está siendo fuertemente criticado por su política de expulsión de inmigrantes de etnia gitana rumanos y búlgaros.
En una entrevista publicada este martes por el diario 'Le Parisien', Besson dijo que suscribe la tesis de que su Ministerio “tiene que ser una fábrica de buenos franceses”. “¿Por qué tendría que molestar que el Ministerio de Inmigración, Integración e Identidad Nacional, que concede la nacionalidad francesa, sea una fábrica de buenos franceses?”, se preguntó.
Besson, que consideró que es una “excelente noticia” que los extranjeros se conviertan “en buenos pequeños franceses”, aclaró que ser un “buen francés no quiere decir renegar de su historia, sus orígenes o su cultura”.
En cuanto a la política de expulsión de gitanos, que ha enfrentado a París con la Comisión Europea, el ministro negó que haya “estigmatización” en Francia. En este sentido, dijo que “en todos los campamentos que han sido desmantelados, más de dos terceras partes de sus ocupantes son nómadas franceses”.
Por último, en cuanto a la propuesta de retirar la nacionalidad a los naturalizados que atenten contra un depositario de la autoridad pública, Besson dijo que se trata de un “símbolo”. La medida “va a afectar a muy pocas personas, pero es una sanción que tiene un fuerte alcance simbólico y republicano”, señaló.
Sus declaraciones coinciden con el inicio del debate este martes en la Asamblea Nacional de la nueva Ley de Inmigración que el propio ministro presentó el pasado marzo y que supone el quinto texto en esta materia en siete años. Al texto inicial se agregó precisamente, mediante una enmienda gubernamental, la privación de la nacionalidad a los naturalizados que cometan un delito contra un cargo público menos de diez años después de recibir la nacionalidad.
Asimismo, el texto incluye toda una serie de disposiciones para facilitar la expulsión de inmigrantes en situación irregular. Así, el periodo de detención máximo de los sin papeles pasará de 32 a 45 días con el fin de dar más tiempo a los países de origen para conceder salvoconductos a los expulsados.