La ONU insta a Kirguistán a contener las matanzas étnicas
BISKEK (Reuters/EP) -
Naciones Unidas instó el martes a Kirguistán a adoptar acciones rápidas y decisivas para terminar con las matanzas étnicas indiscriminadas en el volátil sur, mientras el Gobierno interino se preparaba para nuevos ataques en el norte.
Al menos 176 personas han muerto en los alrededores de las sureñas ciudades de Osh y Jalalabad, en la violencia que comenzó el jueves y se ha intensificado hasta convertirse en los enfrentamientos más mortales del empobrecido Estado de Asia Central en los últimos 20 años.
Mientras la violencia se propagaba durante el fin de semana, testigos dijeron que bandas armadas con rifles automáticos, barras de hierro y machetes incendiaron casas y dispararon a residentes.
Sin embargo, un reportero de Reuters indicó que Osh parecía estar considerablemente más tranquilo el martes y un alto funcionario estadounidense dijo a Reuters en Viena que la violencia parecía haber dejado de propagarse y podría estar retrocediendo.
La violencia ha aumentado la preocupación en Rusia y en Estados Unidos, países ambos que operan bases militares en la estratégica pero inestable nación emplazada al oeste de China.
Funcionarios estadounidenses han dicho que el número de uzbekos que huye de los enfrentamientos al vecino Uzbekistán podría exceder pronto las 100.000 personas y desaconsejó la propagación de la violencia fuera de las fronteras de Kirguistán.
“Parece que matanzas indiscrimninadas, incluyendo a niños, y violaciones han estado ocurriendo en base al origen étnico”, comentó Navi Pillay, alta comisionada para Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Pillay instó a autoridades kirguisas a adoptar “acción rápida y decisiva” para proteger a las personas independientemente de su origen étnico.
La líder interina Roza Otunbayeva, quien asumió el poder tras una mortal revuelta en abril que llevó al derrocamiento del entonces presidente Kurmanbek Bakiyev, fue citada por la agencia de noticias rusa Interfax diciendo que el verdadero número de muertos podría ser “varias veces” mayor que las cifras oficiales.
GOBIERNO ADVIERTE MAS VIOLENCIA
El Gobierno interino ha dicho que podría generarse mayor violencia en la capital Biskek y otra región del norte.
“Estamos manteniendo suficientes fuerzas en Biskek y vamos a asegurar que Biskek permanezca bajo nuestro control”, dijo Otunbayeva, quien ha acusado a partidarios de Bakiyev, ahora exiliado en Bielorrusia, de avivar el conflicto étnico.
Bakiyev ha negado estar detrás de la violencia. Su hijo Maxim fue arrestado en Gran Bretaña después de que aterrizó en un aeropuerto en el sur de Inglaterra, reportaron medios kirguisos.
Un grupo de ex repúblicas soviéticas propuso el lunes enviar helicópteros y equipos para ayudar al gobierno interino de Kirguistán a detener la violencia, y sugirió que también podrían enviar tropas.
La amenaza de una guerra civil ha puesto a prueba a la Organización Colectiva del Tratado de Seguridad -dominada por Rusia pero atravesada por rivalidades- por su manejo de un conflicto en uno de sus estados miembros.
“Moscú tiene un gran temor a la inestabilidad en la región”, dijeron en una nota analistas de Eurasia Group.
“La violencia plantea la perspectiva de una zona anárquica en el sur de Kirguistán que podría, según el punto de vista del Kremlin, brindar eventualmente un refugio seguro para milicianos islamistas y para la operación de bandas de crimen organizado y grupos de narcotráfico”, agregó la nota.
Washington usa su base aérea en Manas, en el norte de la ex república soviética -a unos 300 kilómetros de Osh-, para abastecer a sus fuerzas que combaten a la insurgencia talibán en Afganistán.
El estallido de violencia es el que más víctimas ha producido en el sur de Kirguistán desde 1990, cuando el líder soviético Mijail Gorbachov envió tropas a Osh luego de que cientos de personas murieron por una disputa sobre la propiedad de unas tierras.
Kirguistán y Uzbekistán comparten el valle de Ferghana. Los uzbekos representan el 14,5 por ciento de la población de Kirguistán, pero casi equiparan a los kirguisos en las regiones de Osh y Jalalabad.