El principal carcelero de los Jemeres conocerá este lunes el veredicto
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El 'Camarada Duch', principal torturador y carcelero del régimen de los Jemeres Rojos del dictador camboyano Pol Pot, conocerá el lunes el veredicto que le espera por su implicación en la tortura y asesinato de más de 12.000 hombres, mujeres y niños durante su etapa al frente de la prisión de Tuol Sleng, también conocida como S-21, en la década de los 70.
Duch, cuyo nombre real es Kaing Guek Eav, es el protagonista del primer y único juicio internacional que se ha realizado hasta el momento sobre un miembro superviviente de la cúpula de los Jemeres. Dado que la Justicia camboyana no contempla la pena de muerte, la fiscalía ha solicitado una pena de 45 años de cárcel para Duch, que a sus 67 años de edad fallecerá en prisión de todas maneras, si finalmente resulta declarado culpable por los cargos de crímenes contra la Humanidad, crímenes de guerra, asesinato y tortura que se le imputan.
El veredicto sobre Duch supone un momento crucial en la historia del país, 31 años después del fin del régimen genocida que se cobró la abominable cifra de 1,7 millones de muertos --la cuarta parte de la población del país-- desde abril de 1975 hasta enero de 1979. A día de hoy, sólo se tiene constancia de 14 supervivientes de esta cárcel secreta que dio origen a los llamados “Campos de la Muerte”, las fosas comunes cavadas a las afueras de la capital de Camboya, Phnom Pehn, donde terminaban arrojados los cuerpos de los prisioneros.
EVENTO NACIONAL
El juicio desarrollado en las Cámaras Extraordinarias de los Tribunales de Camboya (ECCC) con el respaldo de Naciones Unidas, ha sido seguido por millones de camboyanos en televisión y se calcula que unas 25.000 personas han hecho acto de presencia a lo largo de los procedimientos en la sala y alrededores para ser testigos directos del destino de Duch, según detalla la web 'Asia Times Online'.
El carcelero se había declarado en un principio culpable de los cargos que se imputaban pero, en un giro inesperado de los acontecimientos, despidió el pasado 9 de julio a su abogado internacional, el francés François Roux, y proclamó la ayuda de un letrado chino para defender una nueva declaración de inocencia, amparado en el pasado comunista que unía al régimen de los Jemeres --que redenominó al país como Kampuchea-- y al Gobierno chino.
“Me gustaría que se me liberara, muchas gracias”, proclamó Duch, quien asombró al tribunal con su declaración hasta tal punto de que se pidió al abogado del acusado que precisara el comentario. “Cuando mi cliente pidió ser liberado, lo decía porque no era el líder de los Jemeres Rojos”, declaró su letrado Kar Savuth, según recoge el diario británico 'The Guardian'.
Dos días antes, Duch se había declarado “única e individualmente responsable de la muerte de 12.380 personas”, es decir, la práctica totalidad de los detenidos en el campo de concentración que se encontraba bajo su mando.
El carcelero, a quien se le acusa concretamente de “crímenes contra la humanidad, esclavismo, tortura, abusos sexuales y otros actos de naturaleza inhumana” cometidos mientras dirigía el S-21, ha expresado en repetidas ocasiones su profundo arrepentimiento por los crímenes cometidos.
Quienes no lo han hecho son tres de los cuatro mandos de los Jemeres que siguen a la espera de juicio: el ex presidente Khieu Samphan, el ex ministro de Exteriores, Ieng Sary y el llamado “Hermano Número Dos”, Nuon Chea.