3.000 réplicas sacuden Perú tras el grave terremoto de hace dos semanas
Dos semanas después del gran sismo que devastó la costa peruana, miles de damnificados siguen atemorizados por las constantes réplicas e intentan salir adelante entre los escombros en que han quedado reducidas sus viviendas.
El terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter del 15 de agosto dejó 519 muertos, 1.366 heridos y más de 71.000 familias damnificadas especialmente en la ciudades de Ica, Pisco y Chincha, pero también en los pueblos aledaños, todos al sur de Lima.
Los sobrevivientes ahora afrontan carencias sanitarias, secuelas psicológicas y la imposibilidad de acudir a sus centros de trabajo ya que muchos han desaparecido.
Además viven con pavor las sacudidas de tierra que desde el fatídico sismo, del que este miércoles se cumplen dos semanas, superan las 3.000, según los últimos datos del director de Sismología del Instituto Geofísico del Perú, Hernando Tavera.
Si bien los equipos de rescate y saneamiento han despejado de escombros las principales arterias de las ciudades, no es el caso de las localidades pequeñas, donde sus habitantes sobreviven entre las ruinas de sus casas destruidas o en carpas habilitadas en solares que antes ocupaban inmuebles.
Es el caso del pueblo de Guadalupe, a 290 kilómetros al sur de Lima y ubicado en la misma carretera Panamericana, donde más del 90% de las viviendas quedaron destruidas y murieron 19 personas, mientras 80 resultaron heridas y 10.000 damnificadas.
Allí la ayuda “ha sido parcial o prácticamente cero”, dijo el coordinador de Médicos Sin Fronteras (MSF), el español Juan Encinas.
“No hay lugares donde la gente se pueda lavar, no hay letrinas, no hay albergues como los instalados en Pisco (la ciudad más devastada y donde ha llegado el grueso de la ayuda nacional e internacional)”, manifestó Encinas, al agregar que a esto se une “el espíritu de fatalidad” que han asumido los supervivientes.
“A nivel emocional, los niños están bastantes tocados, te paran en la calle para preguntar si tu casa también cayó, piden pastillas para dormir. Eso se explicaría a dos días del terremoto, pero han pasado dos semanas”, comentó el coordinador de MSF en la zona del desastre.
Y es que en Guadalupe no hay centros de acogida y las familias, en muchos casos con algunos de sus integrantes heridos, se agolpan entre los escasos muros que tiemblan en cada réplica del devastador sismo porque no tienen donde dormir.
En esta localidad, se restauró la electricidad cinco días después del terremoto y actualmente cuentan con agua como máximo dos o tres horas al día.
Precisamente en Guadalupe, a sólo diez kilómetros de la ciudad de Ica, una mujer dio a luz el pasado lunes entre los escombros y su recién nacido bebé murió durante la noche a causa del frío, detalló Encinas en su entrevista.
Ayudas económicas y reconstrucción
Mientras tanto, el recién elegido coordinador de Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur), Julio Favre, aseguró este martes que en “cinco o seis meses” espera entregar las primeras casas en las zonas devastadas, según informó la agencia estatal Andina.
Favre, quien además garantizó “la adecuada y eficiente administración de los recursos”, explicó que el Gobierno ya tiene un diagnóstico sobre lo que se necesita para la reconstrucción.
Otro de los objetivos de Forsur, organismo creado por el Gobierno y constituido por ministros, empresarios, alcaldes y presidentes regionales de las zonas afectadas, es que en un año la actividad económica esté restablecida.
En este contexto, el presidente peruano, Alan García, reiteró su llamamiento a los inversores y empresarios a mirar a Perú.
“Nuestro país sigue avanzando. Con sismo o sin sismo el Perú avanza, el Perú crece, el Perú genera más empleo, y lo hace de manera prudente, progresiva y acumulativa que es lo importante, no es un salto al vacío de un crecimiento momentáneo, es una forma prudente, constructiva de acumular, para que nuestro país pueda ser como nos lo hemos propuesto, un país líder de Sudamérica”, expresó.
Si bien el ministro de Economía, Luis Carranza, rebajó del 7,9 al 7,2% la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para este año en Perú, consideró que la economía peruana seguirá siendo una de las más dinámicas de la región.
Pero para las organizaciones de ayuda humanitaria, entre ellas MSF, lo más importante es dotar de dignidad y condiciones sanitarias a los miles de damnificados.