Sanidad informa de 26 vuelos a Madrid y Barcelona con posible contaminación de polonio
En principio, añaden, parece tratarse de una contaminación de alcance reducido por lo que no es previsible que se produzca
efecto sobre la salud de las personas que eventualmente hayan podido estar en contacto con ella.
No obstante, Sanidad explica en su nota que se están poniendo en marcha los procedimientos de diagnóstico y evaluación para aquellos
casos que, una vez descartadas otras causas, y en opinión de los profesionales sanitarios, necesiten pruebas más específicas.
También informa que este departamento ministerial, el Consejo de Seguridad Nuclear y las autoridades sanitarias de las Comunidades
Autónomas están en contacto permanente.
Prealerta
Los responsables del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) están en “prealerta” y en contacto con sus homólogos británicos ante la noticia de que aviones de la British Airways, algunos de los cuales han viajado a España, presentan trazas de radiactividad que podría proceder de contaminación con polonio 210.
El subdirector de Protección Radiológica Operacional del CSN, Manuel Rodríguez, explicó que aún no está confirmado, “aunque parece lo más probable”, que la radiactividad detectada en los aviones sea por polonio 210, el mismo componente que parece ser la causa de la muerte del ex espía ruso Alexander Litvinenko.
“Seguiremos en contacto con las autoridades británicas, las de la UE y las de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), hasta que dispongamos de información suficiente. Ahora no tenemos ningún elemento que nos mueva a la actuación directa sino a la prudencia”, afirmó.
Si se tratara de polonio o de cualquier otro emisor alfa, precisó Rodríguez, solo podría “incorporarse” al organismo “comiéndoselo, respirándolo o a través de una herida abierta y el daño tiene que ver con la dosis de radiación, que tiene ser significativa”.
“La información que nos ha proporcionado la compañía aérea es de que las trazas de radiactividad son pequeñísimas”, insistió el experto del CSN, que detalló que la vida del isótopo del polonio 210 es de 138 días, es decir, la radiactividad no desaparecería hasta dentro de varios meses.
Para que se hayan contaminado los aviones, “ha tenido que haber una fuente primaria y a partir de ahí se ha dispersado adhiriéndose a distintas fuentes”.
“Por ejemplo -explicó- un escenario de contaminación podría haber sido que en el baño donde estuvo el ex espía se hubieran quedado restos en el suelo, que alguien los hubiera pisado luego y que esa persona hubiera subido en un avión. A partir de ahí, la difusión a otros aviones podría haber sido de la tripulación o del equipo de limpieza”.
Rodríguez aseguró que ni en el Reino Unido ni en España se utiliza el polonio, “aunque aquí se usó hace años en la industria del plástico y del papel porque las partículas alfa son buenas para capturar la electricidad estática que entorpece la producción”.
Existe en la naturaleza, por ejemplo en las hojas del tabaco, pero en cantidades “bajísimas”, y solo puede producirse irradiando con neutrones el bismuto “y eso hay que hacerlo en un reactor nuclear”.
Recordó que el polonio se encuentra en la orina de los fumadores, a través de la hoja del tabaco, y que el organismo tiene un periodo de retención de ese componente de 50 días.