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Sarkozy y Royal giran al centro en la carrera al Elíseo

Una nueva campaña electoral comienza este lunes con el conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Ségolène Royal como únicos contrincantes en la carrera al Elíseo, en la cual se opondrá el “valor trabajo” del primero frente a las reformas “sin brutalidad”.

Apóstol de la “Francia que se levanta pronto y que trabaja duro”, Sarkozy, que logró distanciarse de sus once rivales en la primera vuelta al proponer la creación de un Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional, ahondará ahora en “el valor trabajo”.

Su estrategia de poner antes el acento en la “identidad nacional”, la inmigración y la seguridad -valores típicos de la extrema derecha- le resultó rentable en la primera vuelta.

Con esa retórica, Sarkozy logró seducir y captar sin complejos una parte de los votos de la ultraderecha de Jean-Marie Le Pen y cosechar un histórico 31,18% de los votos en la primera ronda.

Se trata del mejor resultado obtenido por un candidato conservador francés en la primera vuelta de unas Presidenciales y le sitúa como el candidato favorito para la segunda.

Con un 25,87% de los votos, Royal está matemáticamente obligada a echar sus redes hacia un espectro amplio que va desde la extrema izquierda, cuyos líderes han pedido ya en su mayoría el voto por ella, hasta los siete millones de votantes del centrista François Bayrou, quienes tienen en sus manos la llave del poder.

Además de su programa electoral, la baza de Royal de cara a la segunda vuelta del próximo día 6 de mayo será transformar esa cita con las urnas en un referéndum a favor o contra Sarkozy, quien ha sido, sin duda, el candidato más atacado en la primera ronda.

El ex ministro del Interior va a tratar de esforzarse en desplazar la campaña sobre el terreno de la “crisis moral” y del necesario “renacimiento” de Francia, según fuentes de la UMP.

Por su parte, Royal tratará de contraponer sus “valores humanistas” y sus compromisos constantes a las contradicciones y al balance de Sarkozy durante los últimos cinco años que ha estado en el Gobierno conservador, primero de Jean-Pierre Raffarin y luego de Dominique de Villepin, según fuentes socialistas.

Ya la noche de este domingo, Sarkozy dio el tono de la segunda vuelta de la campaña con un llamamiento a un “nuevo sueño francés” de una “República fraternal”.

También Royal pidió este domingo el voto de los franceses para hacer realidad una “República refundada y no agarrotada”, y reformada “sin brutalidad”.

Ambos irán calentando motores hasta el próximo 2 de mayo cuando ha sido programado un duelo televisado entre Sarkozy y Royal, que suscita enorme expectación.

Será una gran oportunidad para que ambos puedan contraponer programa contra programa y exponer su forma de encarnar el poder.

Sobre Europa ambos abogan por una salida muy parecida: negociar un tratado europeo reducido a las cuestiones institucionales y aprobarlo antes de 2009, algo que Royal hará previa consulta en referéndum a los franceses.

En lo económico destaca la exoneración fiscal que propone Sarkozy para las horas extraordinarias para permitir a los franceses “trabajar más para ganar más”, o la supresión de los derechos de sucesión porque “¿para qué sirve trabajar toda su vida si no es para poder transmitir a los hijos el fruto del trabajo de cada uno?”.

Sarkozy planea rebajar la edad penal, sistematizar las penas de cárcel para los reincidentes e implantar la “inmigración escogida”.

Royal, “hija política” del presidente François Mitterrand (1988-1995), se presenta con un ambicioso programa de cien propuestas para reformar a Francia, con la prioridad en la mejora de la educación y el apoyo a los jóvenes y a los más débiles.

Sus primeras medidas serán la adopción de una ley sobre la violencia contra las mujeres y un referéndum en otoño próximo para pasar de la V a la VI República.

Propone un encuadramiento militar para los jóvenes delincuentes y obligar a las empresas a que despidan a sus trabajadores y tengan beneficios que devuelvan al Estado todas las ayudas recibidas.

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