El Senado americano aprueba un proyecto para retirar las tropas de Irak
El miércoles por la noche, la Cámara de Representantes acordó, con 218 votos a favor y 208 en contra, una ley de gastos militares con 124.200 millones de dólares, que incluye cerca de 100.000 millones para las operaciones en Irak y Afganistán.
La clave de la disputa es una cláusula no vinculante que pide la retirada de las tropas de combate en Irak, que comenzaría en octubre y debe concluir para el 1 de abril de 2008. Pero el proyecto legislativo, además de profundizar las divisiones entre los dos partidos, el Demócrata y el Republicano, tiene nulas probabilidades de convertirse en ley.
Cuatro años desde el “misión cumplida”
A lo largo del debate y votación en ambas cámaras del Congreso de EEUU, el presidente George W. Bush ha mantenido una posición inamovible y advertido de que vetará cualquier proyecto de ley que intente establecer una agenda para la salida de los cerca de 155.000 soldados desplazados en Irak.
Según fuentes allegadas a la Casa Blanca, se prevé que Bush cumpla su amenaza de veto el próximo 2 de mayo, cuando se cumplen cuatro años desde que declaró, a bordo de un portaaviones, que Irak era “misión cumplida”. Ese pronunciamiento triunfalista fue objeto de críticas y burlas entre algunos líderes de la oposición, con los que siempre ha mantenido diferencias sobre la estrategia de salida de Irak y cómo llevarla a cabo.
Antes de la votación en el Senado, el principal promotor de la iniciativa, el senador demócrata Robert Byrd, declaró que, de convertirse en ley, el Congreso de EEUU habrá aprobado, desde el inicio de la invasión en 2003, más de 450.000 millones de dólares para la campaña bélica en ese país. Esa cifra supera con creces los 296.000 millones de dólares que EEUU gastó en la Segunda Guerra Mundial, dijo Byrd, al recordar que la guerra en Irak se ha cobrado la vida de más de 3.300 soldados estadounidenses, además de cientos de miles de iraquíes.
Los republicanos replican que la propuesta sólo envalentona al enemigo y envía un mensaje derrotista sobre el compromiso de EEUU con el pueblo iraquí.
El conflicto puede “empeorar, antes de mejorar”
Por su parte, el general David Petraeus, jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, indicó este jueves que la situación en ese país en conflicto podría “empeorar, antes de mejorar” y la calificó de “excesivamente compleja y dura”. En una conferencia de prensa celebrada en el Pentágono, Petraeus subrayó que la guerra en Irak es “la más compleja y desafiante que jamás haya visto”.
El general señaló que ha habido algunas mejoras en la situación del país árabe, aunque puntualizó que aún queda mucho trabajo por hacer. Este progreso, a su juicio, es patente en Bagdad y en la provincia de Anbar, al oeste de Irak, mientras que Petraeus reconoció que estos avances se han producido “con muchos sacrificios”.
También señaló que ha intentado mantenerse “ajeno” a las luchas políticas en Estados Unidos, en referencia a las propuestas legislativas encaminadas a establecer un calendario para la retirada de las tropas de Irak. “He procurado mantenerme ajeno al polvorín político”, dijo.
En el turno de preguntas el general estadounidense evitó manifestarse sobre cuánto tiempo consideraba que deben permanecer las tropas en Irak. “No me atrevo a anticipar qué nivel de tropas tendremos dentro de unos años”, dijo.
Tras declarar a la organización terrorista Al Qaeda como el enemigo público número uno, Petraeus subrayó que es necesaria la “perseverancia, el sacrificio y el compromiso” para ganar la guerra. Por último, el general estadounidense se mostró convencido de que el éxito también depende en gran medida de las acciones del Gobierno iraquí y dijo no tener “duda alguna” de que Al Qaeda hace pasar a combatientes extranjeros a través de Siria.
Al menos nueve muertos
Al menos nueve personas murieron este jueves y otras 34 resultaron heridas en ataques en diferentes puntos de Bagdad, según informaron fuentes policiales. En el suceso más grave, al menos cuatro personas perdieron la vida y otras diez quedaron heridas después de que un coche bomba explotase en un barrio en el centro de Bagdad.
El coche estalló cerca del hotel Al Hamra, en Yadiriya, en el centro de la capital iraquí y un objetivo frecuente de la insurgencia suní. Se desconoce todavía si el atentado iba dirigido contra la cercana sede del chií Consejo Supremo de la Revolución Islámica, encabezado por Abdelaziz al Hakim, que forma parte de la coalición gobernante Alianza Unida Iraquí (AUI).
Mientras, dos personas murieron y otras diez sufrieron heridas a causa de la explosión de un artefacto explosivo colocado en una carretera en la céntrica plaza de Wathba, en una de las zonas más transitadas de la ciudad. En un suceso distinto, otras dos personas fallecieron y once más resultaron heridas en un ataque con proyectiles de mortero lanzados contra las zonas residenciales del barrio de Abu Dashir, situado en el sur de la capital.
También en Bagdad, un civil murió y otros tres resultaron heridos cuando un coche bomba explotó en las proximidades del Banco de Babel en el distrito de Bayaa, localizado en el sur de la ciudad. Estos ataques se producen un día después de que la ONU cuestionara en un informe la eficacia del Plan de Seguridad para Bagdad que entró en vigor el pasado 14 de febrero y que está teniendo dificultades para controlar la violencia que sacude la capital de Irak.