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El desembarco contó con 15.000 indianos menos

A más crisis, más polvos y más marcha. Santa Cruz de La Palma se ha desbordado este lunes con la llegada de Los Indianos. No obstante, en esta edición, la fiesta ha registrado un significativo descenso de participantes, ha señalado a primera hora de la mañana de este martes el concejal de servicios del Ayuntamiento, Manuel Abrante. En principio, según informó a LA PALMA AHORA la Policia Local, a las 19.00 horas de este lunes, unas 75.000 personas habían acudido a la ciudad para disfrutar del carnaval más caribeño del Atlántico. Sin embargo, la última estimación facilitada por el aludido edil, la cifra de asistentes ha sido de unas 60.000; es decir, en torno a 15.000 menos que el pasado año.

De cualquier forma, los miles de palmeros y visitantes han parodiado con elegancia y salero en la capital insular, convertida en una auténtica Habana chica del Atlántico, el retorno de los emigrantes adinerados. La ciudad, con la bandera a media asta por la muerte este domingo de cinco tripulantes del crucero Thomson Majesty, se sobrepuso a la tragedia y vibró con los ritmos antillanos. El luctuoso suceso, sin embargo, sí modificó el recorrido de la popular Negra Tomasa, que en esta edición, por primera vez, fue transportada desde el muelle a la Calle Real a bordo de un jeep de la época, desde el que saludó con entusiasmo y emoción a sus seguidores. El Ayuntamiento decidió con esta medida alejar el popular acto carnavalero lo más posible del trasatlántico en el que se registró el desgraciado percance, y que aún se encuentra atracado en el Puerto a la espera de recibir autorización para zarpar. El capitán de la embarcación, al tratarse de una jornada festiva excepcional, permitió el desembarco de sus casi 1.500 viajeros, en su mayoría británicos. Muchos de ellos decidieron unirse al Carnaval y lucieron vestimenta indiana. El azar quiso que estos cruceristas, que deberían estar en Funchal, conocieran el número más singular de las Carnestolendas de Santa Cruz de La Palma.

El día de Los Indianos se ha vivido con la pasión y la teatralidad acostumbrada. Desde primeras horas de la mañana las calles y establecimientos de la capital fueron tomados por los primeros retornados que arribaron exhibiendo lujosas ropas y cargando maletas y loros. A medida que avanzaba la jornada, aumentaba el número de indianos, y a pleno mediodía, en la céntrica Plaza de España, era imposible dar un paso. Santa Cruz de La Palma se ha convertido este lunes, una vez más, en la capital del Carnaval de Canarias, con la cita de una 60.000 personas procedentes del resto del Archipiélago, de la Península y hasta del extranjero.

La Escuela Municipal de Teatro Pilar Rey escenificó la tradicional parodia de La Espera en la Plaza de España, que fue rebautizada por un día como plaza de La Habana. Cerca de las 13.30 horas arribó al Puerto el barco de la naviera Fred Olsen cargado de indianos hasta la bandera. La Negra Tomasa, una vez que atracó la embarcación, se dirigió en jeep por la rotonda del muelle hasta la Plaza de España, donde fue aclamada por una multitud blanca. Este popular personaje, que se ha convertido este año en logotipo oficial de Los Indianos, fue el gran protagonista de la jornada. La deslumbrante Negra Tomasa, cubierta con un tocado de auténtica mulata, movió el trasero y sedujo con sus voluptuosos meneos.

El Ayuntamiento, en la tarde de este lunes, ha repartido entre los asistentes unos 5.000 botes de polvos de talco, con los que se han entablado verdaderas y divertidas batallas campales.

Los ritmos del Caribe han sonado durante todo el día y siguieron sonando a lo largo de la noche de lunes de Carnaval. La marcha se ha prolongado hasta la madrugada, cuando las cuadrillas, formadas por 60 operarios, a partir de las 05.00 horas, han procedido a lavar la cara de una ciudad que despierta con resaca indiana.

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