La AN juzga el martes a Óscar Celarain por poner una bomba en Zarautz

MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

La Audiencia Nacional juzgará el martes al etarra Óscar Celarain Ortiz como presunto autor de la colocación de una bomba en la Sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social en la localidad de Zarautz (Guipúzcoa) el 19 de septiembre de 2001 durante la denominada campaña contra el turismo de ETA. El fiscal Pedro Rubira solicita para él tres años de prisión por un delito de estragos terroristas.

El artefacto explosivo estaba contenido dentro de un recipiente metálico con una iniciación eléctrica y dos kilogramos de explosivo compuesto por Nitrato Armónico.

Como consecuencia de la explosión se produjeron daños en el inmueble del Instituto Nacional de Seguridad social, en los muebles del mismo y en cuatro vehículos que ascienden a 130.838 euros. Según el escrito de conclusiones provisionales del ministerio Público, el atentado fue reivindicado por la banda terrorista ETA el 1 de diciembre de 2001.

Posteriormente, se incautó documentación relativa al atentado en el domicilio de los miembros de ETA Juan Antonio Olarra Gurundi, Ainhoa Múgica Goñi, Juan Fernández Iradi, alias 'Super', Lorena Somoza Chamizo y Andoni Otegui Eraso.

Celerain Ortiz fue detenido en Francia, condenado allí por asociación de malhechores --el equivalente a pertenencia a banda armada-- y, posteriormente, entregado a España el 3 de febrero de 2010.

COCHE-BOMBA EN IBERDROLA

También juzgará este lunes al etarra Gorka Martínez Azcarazo por robar un coche que posteriormente fue utilizado como coche-bomba en la empresa Iberdrola del barrio de San Adrián de Bilbao en 2003. La olla de aluminio donde se encontraba el explosivo contenía inscripciones con el nombre de etarras muertos.

El fiscal Pedro Martínez solicita para él seis años de prisión por los delitos de robo con fuerza de un vehículo y falsificación de matrículas con finalidad terrorista. Martínez Azcarazo fue condenado en sentencia firme el 27 de diciembre de 2007 por pertenencia a banda armada y depósito de explosivos.

Según el escrito de conclusiones provisionales del representante del Ministerio Público, el acusado formaba parte en los meses de junio y julio de 2003 del talde de apoyo 'Aizcoiti' del 'comando Anuk' de ETA por lo que, en junio de 2003, junto con Jon Kepa Preciado y Eneko Aguirresarobe Olagoy, sustrajo un vehículo en el aparcamiento de la playa de Laga en la localidad de Ibarrangelua (Vizcaya) fracturando las cerraduras de la puerta delantera.

Posteriormente, trasladaron el vehículo hasta la lonja-garaje donde almacenaban armas y explosivo y manipulaban los vehículos bomba en Galdakao (Vizcaya), desplazamiento en el que el procesado hizo de lanzadera. Durante el trayecto también sustituyeron las placas de matrícula del vehículo por unas que habían troquelado sobre las placas blancas sustraídas en una empresa de recambios.

Los otros dos implicados fabricaron un artefacto explosivo formado por 12 kilos de dos tipos de dinamita con un sistema preparado para explotar en el momento en que los artificieros manipularan la olla, que contenía la inscripción 'Patxi, Ekain, Zigor y Urko', en referencia a los terroristas fallecidos tras la explosión del vehículo en el que transportaban explosivos en 2001: Patxi Remetería, Ekain Ibarguren, Zior Arambarri y Urko Gerrikagoitia.

Además, también tenía escrito 'TTOTTO, TTURKI, TXORTA, INA ANUK, OLAIA, ESA TRANPA' alusiva a los terroristas fallecidos José Luis Geresca Mújica, Juan Mari Ormazaban Ibarguren, Ángel Irazabanbeita, Inazia Zeberio, Javier Galparsoro y Olaia Castresana, junto a la inscripción ETA, bajo la que se encontraba un segundo sistema de activación tipo trampa antimovimiento, preparado para hacer estallar la bomba en el momento en que fuera retirada por los agentes de explosivos, con el texto “comeros esta, cabrones”.

A continuación la metieron en el coche robado y lo colocaron en la parte trasera de la empresa Iberdrola del barrio bilbaíno de San Adrián. El día 1 de julio, el Centro de Coordinación de Emergencias SOS Deiak recibió una llamada del Diario Gara de Donosti asegurando que habían recibido un aviso de un interlocutor anónimo en nombre de ETA informando sobre el coche-bomba. Minutos después, efectivos de la Ertzaintza se personaron en el lugar y más de cuatro horas después lograron desactivar el explosivo.

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