La 'kale borroka' se ceba con la capital donostiarra
Los hechos se produjeron minutos después de las 15.00 horas, cuando unos veinte encapuchados, seguidos por otros jóvenes a cara descubierta, salieron de la calle Narrika de la Parte Vieja donostiarra armados con cócteles molotov y cohetes pirotécnicos.
Los violentos se dirigieron al conductor de una guagua articulada de la línea 9, que había sido reforzada este jueves con este vehículo doble debido a la celebración de la feria de Santo Tomás, y le obligaron a cruzarlo en la calzada del Boulevard, donde se encuentra la terminal de varias líneas del transporte urbano donostiarra.
Los encapuchados conminaron a los viajeros a que bajaran de la guagua y lanzaron varios cócteles en su interior, por lo que se inició el fuego que calcinó totalmente el vehículo.
Posteriormente volvieron a introducirse en las calles de la Parte Vieja donostiarra, que estaba abarrotada por miles de personas, que como todos los años acuden desde distintos puntos de Guipúzcoa para disfrutar de los puestos callejeros de txistorra y productos artesanos que se instalan en este área.
Poco después, los violentos lanzaron cócteles molotov contra la Comandancia de Marina, cuya fachada quedó ennegrecida por los impactos, y contra un cajero automático de una entidad bancaria ubicada en la confluencia del Boulevard con la calle Narrika y que no resultó dañado ya que tenía la persiana metálica bajada, precisó el departamento vasco de Interior.
Para sustituir a la guagua destruida, el Ayuntamiento de San Sebastián tendrá que gastar 300.000 euros, ya que éstos autocares son los más caros de los que dispone la Compañía del Tranvía de San Sebastián, según explicó el concejal de Movilidad, Ernesto Gasco.
El tercer ataque a una guagua durante este año
El edil destacó que ésta es la tercera guagua atacada en la capital guipuzcoana durante este año, aunque se trata del primero articulado, ya que los anteriores sabotajes afectaron a un microbús y a un autocar normal, todos ellos de la compañía municipal.
El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, acudió al lugar de los hechos donde destacó que estos ataques sólo se explican por la existencia de sectores de la izquierda abertzale que quieren “hacer fracasar el proceso de paz”, “se quieren reír” de él, “pero son una minoría y están en las últimas”.
“No van a ganar la batalla por la paz”, recalcó Elorza, quien expresó su “asco” por estos “actos de barbarie” que, según dijo, repugnan también “a la inmensa mayoría de la ciudadanía de San Sebastián y del País Vasco”.
El delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, condenó igualmente estos ataques perpetrados por “un grupo de fascistas, de enemigos de nuestro pueblo y de su libertad, que atentan contra sus instituciones, destrozan el mobiliario de sus ciudades, reducen a cenizas sus medios de transporte colectivos y alteran, en definitiva, su convivencia”.
Luesma subrayó que “quien practica la violencia y quien calla ante ella es quien hace imposible avanzar en el camino que los vascos quieren recorrer: el camino de la paz y la libertad”.
La presidenta del PP de Guipúzcoa, María José Usandizaga, puso de relieve la “gravedad” de estos ataques “organizados” que, a su juicio, demuestran que “los radicales están incrementando progresivamente su presión en las calles ante la falta de resolución del Gobierno”.
También Eusko Alkartasuna condenó estos actos de kale borroka y mostró su convencimiento de que “el camino de la violencia está condenado al más absoluto de los fracasos”.
La edil de EB en el Ayuntamiento de San Sebastián, Duñike Agirrezabalaga, miembro del equipo de gobierno del consistorio, consideró por su parte que actuaciones como éstas son “un ataque directo contra los deseos de paz de la inmensa mayoría de la población”.