''Resulta increíble que el PP no condene el franquismo''

Sami Nair, director del Centro Mediterráneo Andalusí (CMA) de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, dijo en declaraciones al programa La Trapera de Radio San Borondón que hoy, cuando hay crisis económica, los extremismos se desarrollan con mayor virulencia, sobre todo los que comportan la exclusión, la xenofobia y el racismo, con discursos basados en el odio al otro, provenientes del radicalismo de derechas y explica que este fenómeno lo hemos vivido en los años treinta del siglo XX y que condujo a la guerra mundial, pero desgraciadamente lo estamos viviendo nuevamente hoy en día pese a que han pasado más de siete décadas de esa tragedia.

Según Nair, esta realidad, quizás impensable hace algunos años, está siendo orden del día en todas las sociedades europeas, incluso en las que no tienen partidos de extrema derecha oficialmente declarados, puesto que es muy evidente que sin excepción se está produciendo en todas un auge de la exclusión y el odio.

Sami Nair explica que hoy en día un promedio electoral europeo de entre el 15-20% de la población apoya a los partidos de extrema derecha, algo que es muy grave porque evidentemente no se pueden solucionar los problemas de una sociedad a partir de los comportamientos racistas y excluyentes y añade que esta deriva tiene que ver con la transformación del papel del Estado en la actualidad hacia posicionamientos del capital, la desaparición progresiva del Estado social, el auge de las privatizaciones y de la lucha de todos en contra de todos, de la competencia desencadenada de los trabajadores que devienen de la transformación de las políticas económicas y de la dominación por parte del mercado como único instrumento de regulación de la sociedad.

Para el intelectual, resulta increíble que en España haya partidos que defiendan a la dictadura de Franco, como es el caso del Partido Popular, cuya cúpula directiva no ha condenado al régimen franquista pese a que se considera un partido demócrata. Sobre el hecho de que la sociedad española pueda dar el Gobierno a esa formación política, que en cierto modo pone en marcha mecanismos y mensajes extremistas, dijo que debemos tener en cuenta que la población no suele tener memoria, algo que no es cosa de los pueblos sino de los individuos, por lo que los pueblos reaccionan en función de sus problemas más inmediatos, de tal modo que si tenemos en cuenta que el principal problema de la sociedad española de hoy es que no existen verdaderas alternativas sociales, considera que todos los partidos son iguales, lo que les lleva a votar a unos una vez y cambian su voto otra vez para castigar a quienes desde el Gobierno no hicieron lo correcto.

Sami Nair sostiene que la falta de alternativa es un elemento absolutamente esencial en este sentido, puesto que la crisis del Estado social y la destrucción del estado de bienestar no deviene solamente de la tremenda ofensiva del ultra liberalismo de estos últimos 25 años, sino también del hecho de que la izquierda tradicional se adaptó a ese liberalismo y en lugar de afrontarlo y proponer una alternativa, en realidad aceptó las reglas del juego de ese sistema.

Advierte por tanto que hoy en día la gente que no analiza la situación, que no tiene un paradigma para interpretar los hechos, “soluciona” el problema encajonando a todos los partidos políticos en la misma consideración, por lo que votan a unos en una ocasión y cambian su voto en otro proceso electoral como castigo al partido en el Gobierno, lo que considera un problema de despolitización, de ausencia de conciencia política, pero que se produce por culpa de los propios dirigentes de la izquierda que no supieron crear una sociedad nueva y cambiar la condición de vida de la gente.

Sostiene la izquierda europea está tocando fondo, algo que podemos ver en el PSOE, partido que aceptó sin discusión las directivas de la UE y las imposiciones de los mercados cuando tuvo en su mano la posibilidad de rechazar esas políticas neoliberales, promoviendo entre los estados europeos gobernados también por el socialismo, como Grecia o Portugal, una organización conjunta que negociara desde posiciones de izquierdas con Bruselas y con BCE frente a la derecha alemana y francesa que trataba de imponer su camino.

Para Nair, el camino pasa por la renovación de la izquierda para que sea realmente una alternativa al sistema que está destrozando los derechos de la ciudadanía.

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