Trashorras dice que comunicó a la Policía todos los pasos de 'El Chino'
El ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras dijo este miércoles que “si hubiera sabido” que el suicida de Leganés Jamal Ahmidan El Chino estaba preparando los atentados del 11-M “habría avisado”, y que por eso, en el momento en el que sospechó, el 13 de marzo, lo comunicó a su contacto en la Policía.
“Si lo hubiera sabido habría avisado”, indicó Trashorras, quien se enfrenta a la máxima pena solicitada por el fiscal (38.667 años) por considerar que fue el quien suministró los explosivos para el 11-M, a preguntas de su abogado Gerardo Turiel, a quien explicó que el mismo día de los atentados por la noche, al escuchar hablar de “unos suicidas en los trenes” en la radio, comenzó a sospechar.
Manifestó que tras oír esa información llamó a Ahmidan y que éste no le cogió el teléfono y que al recordar también que en la última conversación que tuvieron (una llamada que Jamal le hizo desde Ibiza el 4 de marzo) éste le dijo “si no nos vemos en la tierra, nos veremos en el cielo”, fue cuando sospechó que El Chino podía estar implicado en los atentados.
Dos días después, el 13 de marzo de 2004, le comunicó su sospecha al jefe de estupefacientes de la Comisaría de Avilés, Manuel García Rodríguez Manolón, del que dijo que “no le dio mucha trascendencia” porque “estaban hablando de ETA”.
“No le dio mucha trascendencia porque había un pequeño debate en el bar. Como también se estaba hablando de islamistas ...”, recordó Trashorras, que fue detenido el 18 de marzo de 2004.
Comunicó la existencia de la finca de Chinchón antes de los atentados
Tras subrayar que desde que comenzó a colaborar con la Policía, en 2001, hasta el año 2004, informó “de todo” lo que iba sabiendo sobre El Chino, y como ya hizo a preguntas de las acusaciones, volvió a asegurar que comunicó a Manolón la existencia de la finca de Chinchón antes de los atentados, el 27 de febrero de 2004.
Incluso relató que se ofreció para ir de coche lanzadera y así poder detener a Ahmidan, lo que, según dijo, no se realizó porque Manolón le ordenó que esperara.
“Él mismo reconoció, en la Comisión de investigación del 11-M, que me dio la orden de esperar”, añadió.
En esa Comisión, el 28 de septiembre de 2004, se entregó un informe de la Guardia Civil en el que se revelaba que la finca de Chinchón fue vigilada desde el 7 de marzo de 2004, después de recibir la llamada de una vecina que sospechaba por la presencia de individuos de origen árabe, pero que, tras desplazarse agentes a la zona y no observar nada raro, no se entrevistaron con la mujer, lo que hicieron cinco días después de los atentados.
Ese 16 de marzo la Guardia Civil tuvo noticia de que la Policía estaba realizando gestiones en Morata de Tajuña y San Martín de la Vega, pero “con el objeto de no interferir las posibles líneas de investigación de la Policía en la zona, y siguiendo así las instrucciones dadas por la Secretaría de Estado de Seguridad no se realiza entrevista con el propietario de la finca para conocer quienes residen”, concluía el informe.
Trashorras también explicó que el 17 de marzo de 2004 le estuvieron interrogando en la Comisaría en Asturias y que “aportó todos los datos que tenía de Jamal”, que “ya los había aportado”, precisó, y señaló que, tras decirles “o me soltáis o me detenéis bien detenido”, le dejaron allí arrestado.
Al día siguiente, según su declaración, bajaron a Madrid a buscar la finca de Chinchón, pero, aunque describió el lugar, se perdieron y recordó que tuvo que llamar a su mujer, la también acusada Carmen Toro, para que le diera indicaciones de dónde estaba la finca, en la que habían estado una vez con Ahmidan al regreso de su luna de miel.
“No lo encontramos fácilmente, pero luego les enseñé la zona y la finca de Morata (como popularmente se conoce a la finca de Chinchón por su proximidad con la citada localidad madrileña)”, añadió.
También señaló que entregó una agenda al jefe de estupefacientes de la Comisaría de Avilés en la que constaban los teléfonos de Ahmidan y del ex confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier.