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El PSOE, en el centro del tablero

Candidatos y candidatas a la presidencia de Canarias en las próximas elecciones del 26 de mayo.

Alexis González

Las Palmas de Gran Canaria —

Canarias vota este domingo en cinco urnas diferentes y todo el mundo mira para el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Ángel Víctor Torres. El exalcalde de Arucas y vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria parte como el gran favorito para ganar estas elecciones autonómicas. Lo hace, además, empujado por la ola del PSOE a nivel estatal. Y con la confianza de los socialistas canarios de que ha llegado la hora de desbancar a Coalición Canaria del Gobierno, que lo ocupa desde 1993.

Eso es lo que apuntan encuestas, análisis y sensaciones de estos largos meses electorales. Pero cómo y con quién accederá al poder el PSOE es la equis que deben despejar, primero las urnas, y después los pactos, en cascada o no. Canarias nunca se ha gobernado sola toda una legislatura. Siempre han tenido que pactar al menos dos partidos. Lo hizo hasta Jerónimo Saavedra en pleno felipismo, cuando a mitad de su primer mandato (1985) tuvo que firmar el Pacto de Progreso con el PCE y la izquierda nacionalista. Y lo ha hecho CC desde 1993, cuando nació a la vida política a raíz de una moción de censura precisamente al socialista Saavedra.

Ha sido, hasta la fecha, el eterno juego de las sillas, en el que tres bailan alrededor de dos sillas y cuando para la música hay que ocuparlas. Uno se queda fuera, pero nunca ha sucedido con CC, siempre dispuesta a pactar con PP o PSOE, pero jamás a perder el poder aunque fuera ampliamente derrotada en 2007 por otro candidato y exministro del PSOE, Juan Fernando López Aguilar. Pactaron CC y PP y desde aquel “gobierno de perdedores”, CC y PSOE han vuelto a aliarse en 2011 y 2015.

Ahora le toca jugar a Ángel Víctor Torres, situarse en el tablero, y desearía hacerlo en solitario como ha aguantado inexplicablemente el presidente Fernando Clavijo desde diciembre de 2016, cuando rompió el acuerdo de gobierno con el PSOE, con solo 18 escaños de los 60 que componían la anterior legislatura. Pero entran en liza otros factores que apuntan a la obligatoriedad de las alianzas para gobernar Canarias: la reforma electoral ha elevado a 70 el número de diputados y habrá más partidos, como Ciudadanos y puede que Vox, para la aritmética parlamentaria. Y todo ello a cuenta del previsible desplome del Partido Popular por la derecha.

Hacia dónde moverá pieza Torres es la gran incógnita, cuando se quede a 11, 13 o 15 escaños de la mayoría absoluta. El cuerpo socialista clama “¡con Coalición, no!” al estilo “¡con Rivera, no!” de la militancia a Pedro Sánchez el 28 de abril en Ferraz. Pero la intelligentsia del PSOE se mueve en parte en las claves de que con Coalición sí, pero sin Fernando Clavijo, reconvertido en senador por designación autonómica en cuanto se cierre un pacto de gobierno con Ángel Víctor Torres de presidente.

Es lo que se mueve en algunos cenáculos y a lo que parece resistirse el candidato, que forzado a su izquierda por Sí Podemos, y por Nueva Canarias, ya ha dejado claro que quiere un cambio de ciclo sin Coalición. Algo que no ha dicho con todas las letras quien apunta a ser el portavoz del PSOE en la Cámara, Chano Franquis.

La batalla autonómica está centrada en eso: si el PSOE puede explorar un pacto de gobierno de izquierdas con Podemos y Nueva Canarias o si se ve forzado, también por la investidura de Pedro Sánchez, a sumar fácilmente con Coalición más de 36 diputados. Incluso puede entrar en este tablero otro actor como Ciudadanos para acercar al PSOE a la mayoría absoluta, si se desembarazara de las líneas rojas que vienen impuestas por la dirección naranja en Madrid. C’s sumaría para hacer otro tipo de tripartito menos escorado a la izquierda, pero siempre contando con los dos o tres escaños que vaya a obtener la Agrupación Socialista Gomera…

En fin, que la próxima legislatura se presenta compleja y apasionante en función de unos resultados en los que también va a influir la nueva lista regional. Aunque el parcheo del sistema electoral no termina de reequilibrar algo más el peso de los votos de cada una de las siete islas en relación a su número de habitantes, esa lista se ha convertido en un arma de doble filo al venderse como la de los candidatos a presidente, cuando en realidad no lo es. Tres de ellos, Noemí Santana (Sí Podemos Canarias), Vidina Espino (Ciudadanos) y Asier Antona (Partido Popular) se presentan por su circunscripción insular, por Gran Canaria ellas y en La Palma él.

Es una nueva papeleta electoral que puede llevar a confusión a los electores, y dado que reparte solo 9 escaños en toda Canarias, dejar fuera a candidatos de peso si la gente se olvida de que aparte de al Parlamento por su isla, debe introducir esa segunda al mismo Parlamento pero por la circunscripción regional. En esos trances estarían el aspirante a la Presidencia del Gobierno por Nueva Canarias, Román Rodríguez, o el cabeza de lista por Sí Podemos, Paco Déniz. Y a eso se arriesgaban los presidenciables que quisieran concurrir por la nueva lista regional.

De La Laguna a Gran Canaria

Canarias se la juega en la Cámara de la calle chicharrera de Teobaldo Power, pero también hay otros focos de máximo interés en otras urnas, las de los siete cabildos y las de los 88 ayuntamientos. Cada vecino fijará su atención en lo que ocurra en su municipio e isla, pero especialmente se verá con lupa lo que suceda en un feudo histórico de CC como es el Ayuntamiento de La Laguna, una institución gobernada por Nueva Canarias como es el Cabildo de Gran Canaria, o vuelcos que puedan ser sonoros en detrimento de CC en los cabildos de Lanzarote o El Hierro.

En La Laguna entran en liza algo más que concejales y el bastón de mando. Es, con el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y el Cabildo de Tenerife, el Sancta Sanctorum de Coalición Canaria. El actual presidente canario, Fernando Clavijo, se presenta a la reelección estando investigado por un juzgado de La Laguna por su implicación en el caso Grúas, de su etapa de alcalde del municipio. Y también fue alcaldesa de La Laguna otra vaca sagrada de CC, la diputada Ana Oramas.

A la reelección como alcalde se presenta José Alberto Díaz (CC), investigado junto a Clavijo en el mismo caso Grúas: cómo se habría dejado en manos de conocidos del ahora presidente el servicio municipal de recogida de vehículos, con préstamos del ayuntamiento incluidos. Y contra ese gobierno de CC, sustentado en parte por un PSOE roto por la mitad, compite la confluencia Unidas Se Puede (Podemos, Equo, Izquierda Unida Canaria y Sí Se Puede) con Rubens Ascanio al frente.

En 2015, esa confluencia obtuvo un éxito notable, solo equiparable a la de la capital grancanaria, Las Palmas de Gran Canaria Puede, que formó gobierno tripartito con PSOE y NC. En La Laguna, Unidas Se Puede estaría en disposición de ganar las elecciones y acabar casi a la par que un PSOE en alza en todos lados y de Coalición. Y eso lo sabe hasta Pablo Iglesias, que el viernes eligió La Laguna para dar un mitin de cierre canario de campaña a media tarde, antes de volar de vuelta a Madrid.

Y si en La Laguna desbancar a CC sería posible con Unidas Se Puede y el concurso del grupo del histórico socialista Santiago Pérez, Avante, si el PSOE no pacta en todos lados con CC, en Gran Canaria lo que está en juego es el experimento de la derecha españolista de toda la vida, escindidos del PP como su expresidente Bravo de La Laguna o su exdiputada Nardy Barrios, aliados con los nacionalistas de CC. Es un intento de reflotar y blanquear la marca CC en una isla que siempre le ha dado la espalda a Coalición y donde el nacionalismo es de izquierdas, de Nueva Canarias.

En esa isla, la alianza Juntos por Gran Canaria (formada por los partidos Unidos por Gran Canaria, Compromiso y Coalición Canaria) apuesta fuerte por desbancar a Antonio Morales (NC) del Cabildo y a Augusto Hidalgo (PSOE) de la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, que gobierna un tripartito castigado en esta campaña por la polémica de los carriles bici en la ciudad más poblada del Archipiélago.

La alianza de la derecha españolista con la nacionalista de Coalición hace incluso guiños para que ese otro PSOE, el de los cenáculos proclives al pacto regional con CC, se sume a la ofensiva contra Morales, referente de que otra isla basada en la sostenibilidad es posible. A eso ha jugado en esta campaña, también, el candidato socialista al Cabildo y expresidente de la Autoridad Portuaria de Puertos de Las Palmas, Luis Ibarra. A distanciarse de la marca omnipresente de Nueva Canarias en la isla y apostar por ser presidente sin Antonio Morales.

Otras islas como Lanzarote o El Hierro podrían decidir cambios históricos en sus cabildos, si como es previsible, el PSOE desbanca a Coalición y a su aliado herreño, AHÍ, de la presidencia de sus corporaciones. Por la ruptura local de AHÍ y por el desgaste de CC en Lanzarote, ese escenario se podría producir, como también el triunfo del PSOE en La Palma, esta vez más que nunca ,en el centro del tablero.

A todo esto y más es a lo que están llamados los canarios este domingo a las urnas. Y también a depositar una quinta papeleta para el Parlamento Europeo, pero esa es otra historia…

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