La HOAC advierte de que la crisis la pagan sobre todo los trabajadores y los pobres
La asamblea del movimiento obrero cristiano HOAC, celebrada en los días pasados, mostró su preocupación porque, una vez más, el sistema capitalista lleva a los trabajadores y a los más pobres a una situación de permanente crisis. A pesar de las dificultades, las grandes empresas y la banca siguen teniendo beneficios, aunque sean menores, pero los trabajadores siempre lo tienen difícil. Somos los que estamos hipotecados hasta las cejas y más cerca del paro que de continuar en el empleo.
En Canarias hay más de 180.000 parados registrados, a los que hay que añadir las personas que no teniendo empleo no aparecen como demandantes de trabajo en las oficinas del Servicio Canario de Empleo. Se estima que en las Islas hay más de 400.000 personas bajo el umbral de la pobreza, situación que puede empeorar.
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) no se sorprende ante la nueva crisis, porque considera que otra cosa no ha producido el sistema capitalista, cuya prioridad es el máximo beneficio sin importarles la situación de las personas.
Para los trabajadores siempre es tiempo de crisis por la avaricia de unos cuantos.
Los trabajadores tienen el salario, que mide las posibilidades de vida. Pero, el salario tiene dos muros de contención: la crisis y la inflación, que en Canarias está en el 5,4%, casi un punto más que la media del estado español. Además, aprovechándose de esta situación, muchos empresarios presentan expedientes de regulación de empleo bajo el pretexto de sanearse.
La HOAC entiende que sean cuales sean las causas de las crisis, los trabajadores nunca conseguimos zafarnos de sus consecuencias. El desempleo, la precariedad, la flexibilidad, los bajos salarios, jornadas infames, jornadas de 24 horas hábiles y la siniestralidad laboral siempre nos acompañan.
Para la economía capitalista no existe la vida, sólo el beneficio.
La HOAC llama a estar con los que peor lo están pasando, y urge a los trabajadores y organizaciones obreras, a aunar sus esfuerzos para evitar un retroceso en las conquistas laborales y sociales. La crisis nos debe ayudar a buscar las causas, un cambio de sistema y a propiciar un trabajo decente.