NC considera frustradas en un solo año las expectativas generadas por Saavedra en Las Palmas de Gran Canaria
La asamblea local de Nueva Canarias (NC) en Las Palmas de Gran Canaria considera que las expectativas y la ilusión que despertó el cambio de gobierno en el Ayuntamiento capitalino “han quedado frustradas en el primer año de gestión”, así lo expresó su presidente local, Francis Candil.
“El ayuntamiento tiene que ser valiente para sacar a Las Palmas de Gran Canaria del agujero en el que cayó en el anterior mandato”. Sin embargo, “el arrojo no es lo que destaca en el grupo de gobierno”, en opinión de Candil.
“Parece que al ayuntamiento le falta gas”, dijo refiriéndose a que ha habido muy pocos avances, a la inestabilidad de la Concejalía de Urbanismo, la paralización de proyectos como el del frente marítimo o la irresolución de algunos asuntos que preocupan mucho a la ciudadanía como es la instalación de antenas de telefonía móvil.
Candil destacó además que los barrios capitalinos siguen en un estado de abandono lamentable. “Pedimos inversiones en infraestructuras” para trasladar a estos la calidad de vida que se ha conquistado en las zonas bajas de la ciudad.
En materia de transportes indicó que la corporación municipal “no ha hecho una defensa clara del transporte público” y que no ha sabido aprovechar el empuje que desde el Cabildo se le está dando a través de la Autoridad Única del Transporte (AUT).
ELEMENTOS POSITIVOS
No todo lo que ha hecho el gobierno municipal es negativo, de hecho, Francis Candil destaca la promoción de la participación ciudadana, algo que no se deba en la anterior corporación que brillaba por su “soberbia”.
El Ayuntamiento ha avanzado en abrir espacios de participación y encuentro con la ciudadanía, aunque también es cierto que “ha dado un mensaje contradictorio” con la sentencia del Canódromo, “que no debió recurrir” pues ésta viene a dar la razón a las demandas de los vecinos.
Otro aspecto positivo que destacó es que la concejala de Servicios Sociales, Marcela Delgado, se haya enfrentado a la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, denunciando el maltrato permanente del Ejecutivo autonómico a esta ciudad en materia de recursos para los servicios sociales.
