El PP deja desatendidos a 66 menores en riesgo de exclusión social

El Partido Popular rechazó el pasado viernes las mociones presentadas por el PSC en las juntas municipales de distrito de Triana-Vegueta-Cono Sur, Ciudad Alta y Centro para reclamar la apertura de tres centros de atención diurna a menores en riesgo de exclusión social en la capital grancanaria.

Los populares solo aprobaron iniciar los trámites para la reapertura del centro de Lomo Apolinario, que atendía, hasta el pasado 20 de junio, a 54 menores. Con los nuevos recintos de San Roque, Cruz de Piedra y Casablanca III, construidos con cargo a los fondos del denominado Plan Zapatero con un coste de 1,2 millones de euros, se preveía integrar en el programa social a 66 niños más a partir del 1 de septiembre, fecha prevista para una apertura que finalmente no se produjo.

El proyecto de atención diurna está destinado a menores de entre 6 y 12 años en riesgo de exclusión social, no en situación de desamparo, y fue promovido en el año 2004 por el consistorio que por entonces regía Josefa Luzardo. El programa comprende la atención integral del menor e incluye la recogida de los niños en los colegios y la permanencia en los centros hasta las 20.30 horas, donde realizan tareas escolares y actividades para potenciar las habilidades sociales. También integra un servicio de comedor.

El centro de Lomo Apolinario estuvo en funcionamiento hasta el 20 de junio de 2011, fecha en la que el nuevo equipo de gobierno del PP dejó expirar el convenio que había firmado la anterior corporación en abril del mismo año, tras el vencimiento del contrato con la ONG Mundo Nuevo. El programa, que ronda los 300.000 euros de coste anual, ha permanecido en suspenso los tres últimos meses.

En las juntas municipales de distrito celebradas el viernes, el PP votó en contra de la apertura del centro de San Roque (Triana-Vegueta-Cono Sur), no permitió el debate para el de Cruz de Piedra (Ciudad Alta) y solo apostó por impulsar la firma del convenio para el de Lomo Apolinario (Centro), dejando cerrado el de Casablanca III.

Desde las filas del PSC denuncian esta situación, que deja a más de 60 niños en riesgo de exclusión social sin atención, y lamentan la “falta de voluntad” de la corporación para asumir la labor asistencial a los menores más desfavorecidos. La popular María del Carmen Hernández Bento, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento capitalino, anunció recientemente que los tres nuevos centros podrían destinarse a otros fines, previa votación ciudadana.

Las asociaciones de vecinos exigen la apertura inmediata de los locales para cubrir la demanda social. “Si se construyeron, es porque existía una necesidad. Queremos que comiencen a funcionar, los niños deben estar atendidos”, señala Aridane Marrero, presidente de la Asociación Juvenil Ghuasa, con sede en Lomo Apolinario.

La organización reclama al alcalde Juan José Cardona que “cumpla su compromiso de apoyar a los jóvenes”. “En estos 100 días al frente del gobierno municipal, ni siquiera ha venido un concejal para ver cuál es la situación y ha dejado a 120 niños en la calle”, añade Marrero.

Por su parte, José Santana, vicepresidente de la Asociación de Vecinos 30 de Mayo, en Cruz de Piedra, recalca que la anterior corporación dejó presupuestado el mobiliario para el centro de atención a menores con la vista puesta en su apertura el 1 de septiembre. “La demanda en la zona es terrible”, asegura, “necesitamos por lo menos 60 plazas para recoger a los niños de la calle. En los últimos años, la asociación de vecinos ha conseguido que al menos el 10% de los menores se integren en talleres de manualidades, música?”

Actos de vandalismo

El centro de Cruz de Piedra, uno de los que permanecen cerrados, sufrió el pasado jueves un acto de vandalismo. Un grupo de adolescentes accedió al local y destrozó puertas, cristales y lavabos con piedras. No es la primera vez. “Hace un tiempo se prendió fuego y tuvieron que venir los bomberos. No sé lo que pasa, parece que hay una mano negra. No entran para robar, las pantallas están intactas, también el cableado, es simplemente vandalismo”, explica José Santana.

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