Sarkozy nunca respondió en auxilio de Zerolo (CC) ante el 'aluvión' inmigratorio de 2007 en Tenerife
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 31 (EUROPA PRESS)
El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, ha informado este jueves de que el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, no ha respondido a la moción aprobada el 21 de noviembre de 2007 por el Ayuntamiento y que se le trasladó en la que se pedía su mediación ante el “aluvión” inmigratorio procedente de África.
Zerolo se limitó a decir --en la entrega de varias placas conmemorativas a los colectivos de inmigrantes que más se han distinguido por su colaboración con el proyecto 'Santa Cruz Diversa II'-- que “no” a la pregunta de si Sarkozy había respondido a la petición. La moción solicitaba “mediación política ante la grave situación que padece Canarias y el problema humanitario de los miles de refugiados y los miles de muertos que se producen año tras año”.
El año pasado el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife confirmó que la moción había sido envidada en tiempo y forma, aunque aún no se había obtenido respuesta desde el gobierno galo. Así se cumplía un mandato del pleno que aprobó por dieciséis votos a favor y seis en contra la 'polémica' moción. La misma se presentó con carácter urgente y según Zerolo no tenía “tintes políticos”.
Finalmente se acordó que se comunicara a Sarkozy “la grave situación que padece Canarias y el problema humanitario de los miles de refugiados y los miles de muertos que se vienen produciendo año tras año, solicitando su mediación política en este conflicto y la ayuda que Francia --cuyo peso político en estos países africanos de origen es muy importante-- pueda prestar al archipiélago como territorio singular de la Unión Europea, lugar de residencia de muchos conciudadanos franceses y destino turístico europeo”.
El documento hablaba de “arribada de inmigrantes irregulares, que se lanzan a la aventura, a veces trágica, de cruzar el mar para llegar hasta Canarias”. “Calcular las cifras de fallecidos, es decir, aquellas personas que nunca pudieron llegar a nuestras islas, es imposible. Hay estimaciones que sitúan en torno a los 6.000 muertos los que se produjeron durante la gran oleada del año 2006, pero la realidad es que pueden ser muchos más porque nadie tiene la posibilidad material de calcular cuántos naufragios se producen en esas frágiles embarcaciones en las que estas personas se lanzan al océano”, añade.
En esta línea asegura el texto que “la entrada irregular de inmigrantes se ha convertido en un hecho habitual”. “Se trata de constatar que todas las medidas que se han adoptado hasta ahora han demostrado su incapacidad práctica para erradicar este fenómeno”, indica el texto que continúa afirmando que “el tráfico de inmigrantes a través del estrecho ha descendido al haberse abierto la ruta de Canarias”. “Ceuta y Melilla se han blindado como territorios fronterizos de España. Y lo mismo ha sucedido con las aguas del Estrecho de Gibraltar y zonas aledañas”, completa.
“No sólo es evidente que el Gobierno central --presidido por José Luis Rodríguez Zapatero-- ha destinado muy escasos recursos materiales y humanos para afrontar la llegada de cayucos a Canarias, lo más preocupante es que aunque destinase a las islas un contingente suficientemente importante de medios no sería una solución válida”, argumenta la moción aprobada el año pasado.
Ante esto subraya el documento que “es necesario ante situaciones excepcionales explorar medidas o propuestas excepcionales”. Por último señala que existe un doble problema: “el de los que mueren por el camino hacia la esperanza, el de los que malviven una vez llegados a las Islas y el de las propias Islas que se están convirtiendo en un país de arribada de masas de personas que un día pueden convertirse.
