La 'singularidad' municipal, fuera del Pacto por Canarias
Paradójico y sorprendente. El Gobierno de Canarias rechaza, por un lado, el anteproyecto de ley de racionalización de la administración local del Ejecutivo que preside Mariano Rajoy por entender que es “un ataque a la autonomía local” y a la “singularidad” de las Islas. Por otro, acepta que esa excepcionalidad no aparezca en el Pacto por Canarias.
El consejero de Presidencia, Francisco Hernández Spínola, ha asegurado este jueves al término del Consejo de Gobierno que el documento de la mesa técnica para la racionalización y simplificación de la administración local “puede suscribirse sin problemas tal y como se cerró el 28 de febrero”.
Según sus propias palabras, esa mesa, que él mismo presidió, aceptó “incluir una disposición adicional en la ley estatal referida a los cabildos, pero el PP se opuso a que en la misma se regularan los ayuntamientos, y así ha quedado el documento”.
Preguntado sobre si, aún así, el Gobierno aceptaba firmar el acuerdo en los términos redactados, Spínola aseguró que “sí, no hay ningún problema. Es más, así fue como quedó”.
A cambio, el PP ha debido conformarse con reducir la administración autonómica en base al indefinido término de que la misma sea “ajustada a las necesidades de autogobierno” contempladas en el Estatuto de Autonomía.
Pese a que así se ha pactado con los negociadores del PP, previsiblemente en aras del consenso, el Consejo de Gobierno ha aprobado el informe que elevará al Ministerio de Hacienda para oponerse al anteproyecto de la administración local porque “invade competencias de las comunidades autónomas, no contempla la singularidad de Canarias y promueve la privatización de servicios públicos”.
Según Spínola, el Ejecutivo regional “rechaza convertir a los ayuntamientos canarios en cascarones vacíos de contenido”.
Ultimátum de medianoche
Por tanto, y aunque Spínola no quiso confirmarlo en la rueda de prensa, el único escollo importante que impide que se firme el Pacto por Canarias sigue siendo la pretensión de los conservadores de incluir el impuesto sobre el petróleo en el acuerdo, aunque bajo una fórmula en la que no se hace ninguna referencia expresa a los hidrocarburos.
Precisamente, esta medianoche vencía el ultimátum que el PP ha dado al presidente del Gobierno para que acepte firmar el Pacto por Canarias en los términos redactados por los negociadores el pasado 28 de febrero o, por el contrario, no suscribirlo.
Al respecto, el portavoz del Ejecutivo, Martín Marrero, ha asegurado que, “pase lo que pase, el resultado no determinará las relaciones del Gobierno con el principal partido de la oposición”.
“Aún no se ha terminado el proceso negociador y el Gobierno mantiene la mano tendida para llegar a un acuerdo”, afirmó.
Sin embargo, el secretario general del PP, Asier Antona, fue taxativo ayer, miércoles, al asegurar que no tenía sentido prolongar las negociaciones, que los conservadores no iban a dar marcha atrás en lo referente al gravamen sobre nuevas energías y que hoy mismo debía el Gobierno aceptar o rechazar los documentos acordados hace dos semanas.