Trabajadores de una empresa de bordados de Gran Canaria protestan por los pagos que le adeudan administraciones

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 10 (EUROPA PRESS)

Una decena de trabajadores de la empresa Monik Uniformes SL, dedicada a labores de bordados, diseño y confección, se concentraron hoy ante las puertas de la Delegación del Gobierno en Canarias, en la capital grancanaria, en protesta por los pagos que le adeudan las administraciones públicas, sobre todo los ayuntamientos.

En declaraciones a los medios de comunicación, el propietario de la compañía, Juan Marrero, explicó que una decena de ayuntamientos de Gran Canaria y el Cabildo de esta isla le adeudan alrededor de 50.000 euros.

El empresario, de 61 años, tiene junto a sus hijos esta empresa familiar en la que trabaja, desde hace 23 años. Actualmente dispone de doce empleados aunque antes de la crisis económica tenía contratadas a 24 personas. Desde agosto de 2009, la compañía tiene las cuentas embargadas, así como intervenidas facturas de clientes “potenciales”.

Sin embargo, han continuado trabajando hasta que el pasado 8 de febrero, cuando acudieron a embargarles la maquinaria, el empresario amenazó con prender fuego a la fábrica con su familia dentro si se procedía dicho embargo.

La familia reconoció que tiene deudas con la Seguridad Social justificándolo en la situación de “crisis”, aunque reitera que también tiene “retrasos muy grandes de pagos de clientes, siendo los más importantes los ayuntamientos”.

A día de hoy y después de casi ocho meses con esta lucha, ninguna de las instituciones ha liquidado nada, denunció Marrero.

CON LA CRISIS “TAMBALEÓ” LA COMPAÑÍA

“Llevo cinco años esperando que muchas instituciones me paguen. Al venir la crisis tambaleó la empresa, pero seguimos teniendo mucho trabajo”, remarcó el perjudicado, que sostiene que “nunca” ha recibido una subvención.

El empresario admitió que no tiene “nada en contra de la Seguridad Social”, pero pide a esta administración que “espere hasta que las instituciones” le paguen a él. “Yo estoy dispuesto a pagar la deuda de la Seguridad Social aunque a mí no me paguen las administraciones”, afirmó, no obstante.

A su juicio, su empresa textil “tiene mucho futuro”, al estimar que “el bordado no va a decaer” en las islas.

Cree que lo que le “están haciendo” a Monik Uniformes SL y a otras pequeñas y medianas empresas en su misma situación es “una injusticia”.

Igualmente, cuestiona por qué otras pymes no protestan y se pregunta si es que “tienen miedo”. “Yo tengo que salvar mi empresa y a mis empleados”, concluyó Marrero, que pidió la intervención del Gobierno canario para solucionar su conflicto.

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