Los vecinos de Canarias que no pueden votar este domingo: ''Es otra forma de discriminación''
Más de dos millones de personas viven en Canarias, pero no todas podrán ir a las urnas este domingo. Este 28 de mayo votará un 75% de la población de las Islas. En el porcentaje restante quedan miles de vecinos que, aunque residen de forma legal en el Archipiélago, quedan excluidos del sistema electoral. Sukeina Ndiaye es uno de esos rostros. Tiene 61 años y llegó a Tenerife desde el Sáhara Occidental en 1999. Después de 24 años ha conseguido la nacionalidad española, pero la lentitud de los trámites burocráticos la ha dejado fuera de las elecciones autonómicas: “Es otra forma de discriminación”, asevera.
En estas dos décadas ha intentado conseguir la nacionalidad de origen hasta en cinco ocasiones. Este tipo de nacionalidad se adquiere por ser hijo biológico o adoptivo de padre o madre de nacionalidad española, con independencia del lugar de nacimiento. Es el caso de Sukeina.
Su madre, además, era funcionaria del Estado español. Solo hubo un juez en Navarra que le dio la razón, pero su trámite se paralizó en Madrid porque tenía pasaporte mauritano. “Es que los saharauis tenemos pasaporte de Mauritania, Argelia y, desgraciadamente, de Marruecos. No podemos tener pasaporte saharaui porque no es un Estado reconocido”, recuerda.
Conseguirlo por esta vía fue imposible, así que optó por solicitar la nacionalidad por residencia. “Con esta opción la hubiera conseguido hace años, pero yo soy cabezota. Quería por todas las vías conseguir que fuera por origen y así demostrar que soy saharaui y española”, cuenta. Aunque le aprobaron la nacionalidad en febrero, no es hasta el próximo 8 de junio cuando tiene cita para la última fase del proceso: la jura de la Constitución. “Después me queda ir a la comisaría y pedir cita para que me den el DNI y el pasaporte”.
Para poder votar, tendrá que esperar a las elecciones generales. “Es duro. Es un derecho que tenemos y queremos aprovecharlo. A mí me gustaría poder cambiar la situación y ver quién defiende los derechos de las personas, el derecho a la vivienda, los derechos humanos”, asegura.
Aun así, se siente una privilegiada en Canarias. “Soy una cara visible y me siento honrada por aportar mi granito de arena en esta comunidad. Me indigna que los saharauis tengamos que sufrir tanto para cualquier trámite, cuando fuimos la provincia número 53 de España”, recuerda.
Además de ser intérprete de árabe y francés en la ONG Accem, preside la Asociación por la Libertad del Pueblo Saharaui, la Red Migrante, representa a las mujeres saharauis en el Archipiélago y a las mujeres africanas. Además, es integrante de un consejo de igualdad para víctimas de violencia de género. “Estoy en todos los saraos”, bromea.
Para muchas personas extranjeras residentes en Canarias, la única opción para poder votar es la nacionalidad. Abdel nació en Agadir y vive desde 2003 en Lanzarote. Sus primeras elecciones autonómicas fueron las de 2015, cuando obtuvo por fin la nacionalidad. Hasta entonces solo tenía la tarjeta de residencia, un documento que no otorga el derecho al sufragio activo. Lo mismo le sucedió a Claudia, nacida en Uruguay.
El caso de los ciudadanos que nacen dentro de la Unión Europea y viven en las Islas es muy diferente. En las elecciones municipales sí tienen derecho al voto. Sin embargo, el proceso es distinto a los nacidos en el Archipiélago. Además de tener más de 18 años y estar inscritos en el censo electoral, debieron solicitar el voto en el Ayuntamiento antes del pasado 30 de enero. En el caso de Colombia y Reino Unido, el plazo finalizó el 15 de enero.
Según los datos ofrecidos por la Delegación del Gobierno en Canarias, este domingo podrán votar en el Parlamento de Canarias 1.778.285 personas, un incremento de 57.307 votantes con respecto a las elecciones autonómicas de 2019. A los cabildos, podrán votar 1.616.173 ciudadanos. 42.574 más que en los pasados comicios. Por último, serán 1.660.678 personas las que puedan votar en los ayuntamientos.
Gabriel Redinciuc tiene 26 años y vive en Lanzarote desde que tiene once. Al igual que sus padres nació en Rumanía. Aunque por haber nacido en un país de la Unión Europea podría haber votado este 28 de mayo en su municipio (Arrecife), no lo hará. La falta de información sobre los plazos para pedir el voto hizo que llegara tarde. “Tenía que ir por la mañana, en horario de trabajo y con cita”, apunta.
Poder participar tan solo en las elecciones municipales y europeas le ha terminado alejando de la política en otras circunscripciones. “En España está todo tan polarizado que a veces hasta siento que me quitan un peso de encima al no tener que pensar a quién votar. Lo que sí me pasa es que no estoy tan al tanto de los programas electorales de cada partido. Como no puedo ser parte y no puedo participar en la toma de decisiones, ¿para qué me interesa saber qué ofrece cada partido?”, señala.
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