El consejero de Sanidad asegura que los resultados del Plan de Urgencias se verán a partir de junio de 2017

El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Jesús Morera (d), acompañado del director del Servicio Canario de Salud, Roberto Moreno. EFE/Cristóbal García

Efe

Santa Cruz de Tenerife —

El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Jesús Morera, ha señalado este viernes que los problemas de los servicios de urgencias hospitalarias no se arreglan en cinco meses y anunció que los resultados del Plan de Urgencias que prepara su departamento y que prevé tener listo antes de junio de 2016 no se verán al menos hasta un año después.

“Sé que tenemos un problema serio con las urgencias”, en concreto en los dos hospitales de Tenerife y más en particular con el Hospital de La Candelaria, reconoció Morera en una comparecencia en comisión parlamentaria por iniciativa del diputado del PP Guillermo Díaz Guerra.

Aunque los resultados del trabajo que ya se está realizando “no se verán en los próximos meses, sino en los próximos años”, eso no quiere decir que no se estén ya realizando esfuerzos para abordar las contingencias.

Al respecto explicó que se está mejorando la organización y la previsión de refuerzos y están proyectadas las dos obras más importantes para adecuar las instalaciones de urgencias del Hospital Universitario y del Hospital de La Candelaria.

Sin embargo, la licitación e inicio de las obras se está retrasando por problemas administrativos derivados de que se han presentado catorce empresas al concurso, y hay que examinar bien todas las ofertas.

Frente a las críticas de la oposición, Jesús Morera dijo que nadie puede pretender que se arregle en cinco meses un problema histórico de muchos años, además con menos margen presupuestario por los recortes en la financiación estatal, que ha llevado a perder 400 millones de euros anuales.

“No quiero obviar que hay problemas de gestión, pero el PP tampoco puede obviar que hay problemas de financiación”, contestó Morera a Díaz Guerra, quien le había reprochado que se escudara en la falta de presupuesto cuando hay problemas organizativos que no necesitan dinero para ser resueltos.

El consejero dijo que parte de los problemas de las urgencias derivan de que van más pacientes de los que deberían, no por culpa de ellos, sino porque tienen la percepción de que ahí se les atiende mejor y se les resuelven problemas de salud que no el sistema no aborda adecuadamente por las vías ordinarias.

En 2014, se atendieron en Canarias 2.141.000 urgencias, un 5 por ciento más que en 2013, la mayoría de ellas, en torno a 1,4 millones, en los hospitales.

Conseguir unos centros comarcales de urgencias potentes evitaría mucha de esa asistencia a los hospitales, apuntó Morera.

Señaló que el Plan de Urgencias está en elaboración y será “una herramienta más” cuando esté listo, en torno a junio de 2016, pero no será la solución de todos los problemas.

Hasta entonces, insistió en que se están adoptando medidas para mejorar la organización y la atención y evitar situaciones de colapso, y para ello se han realizado encuentros con los gerentes de los hospitales, los centros de sanidad privada concertados y los profesionales sanitarios.

El consejero explicó que el futuro Plan de Urgencias debe abordar cuestiones como la mejora de las instalaciones, de la accesibilidad, de los sistemas de clasificación de pacientes y la mejora de la información a familiares y del acompañamiento de los enfermos por parte de estos.

Además, está previsto que cada servicio de urgencias cuente con un plan funcional de organización y que se delimiten claramente las áreas asistenciales de admisión, clasificación y unidades de asistencia, como las reservadas para críticos, traumatología o pediatría.

Se pretende ajustar las plantillas a la actividad real y tener refuerzos listos en las fases epidémicas.

El diputado del PP Guillermo Díaz Guerra urgió al consejero a que empiece a adoptar medidas que mejoren el servicio ya, sin esperar a contar con el Plan de Urgencias, porque “las urgencias están muy mal en Canarias; concretamente en Tenerife probablemente sean las peores de España”.

El representante del PP se declaró decepcionado por la actitud del consejero ante el problema y afirmó que es ofensivo para los usuarios del servicio de urgencias que se escude en que las cosas no están mal de ahora sino de hace muchos años.

“Decir que hay que mejorar ya lo sabemos, pero necesitamos saber qué se está haciendo ya, qué hay presupuestado, qué es lo que está en marcha”, insistió Díaz Guerra.

Describió que en el servicio de urgencias de La Candelaria pasan cosas que, como en Blade Runner, si se cuentan nadie las creería, empezando porque un enfermo que llega allí lo primero que tiene que hacer es buscar monedas para que un aparcacoches le aguante su vehículo en segunda fila, si es que le cae simpático.

Luego están los médicos doblando turnos, los celadores cargando pesos excesivos, los enfermeros consolando a los pacientes, las paredes desconchadas por la humedad, los dosificadores vacíos, el polvo y la falta de higiene.

“Así aparecen otras enfermedades, a veces uno sale peor de como entra”, denunció Díaz Guerra, quien insistió en que sobre todo hay un problema de gestión y retó al consejero a que vaya a la sala de espera de urgencias a leer a los familiares de los pacientes los papeles que leyó en la comisión a los diputados. “Eso no les va a tranquilizar nada”, comentó.

Juan José Márquez, de Podemos, criticó las condiciones de trabajo del personal de urgencias, la externalización de los servicios, la falta de contratos y también los recortes del PP que han llevado al deterioro del servicio sanitario.

La retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin regularizar ha contribuido a colapsar el servicio de urgencias, porque es la única vía que les dejan para ser atendidos, al cerrarles la puerta de los centros de salud, agregó.

Márquez reclamó al consejero que se refuerce la atención primaria para que la gente no se vea obligada a acudir directamente a los hospitales para ser atendida.

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