El asesino de Cathaysa reconoce que es ''un peligro público''
El acusado de agredir sexualmente a una menor en Miraflores de la Sierra (Madrid) en agosto de 2004, Jesús Agustín Hernández, se declaró este miércoles culpable de los hechos y pidió perdón, así como “pagarlo con la cárcel”, después de asegurar que no puede estar en la calle porque es “un peligro público”.
El procesado, que ya fue condenado en 1989 a 46 años de cárcel por violar y asesinar en Gran Canaria a Cathaysa, de 12 años, declaró en la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid que no recuerda el momento de la agresión, pero afirmó que, si la víctima le acusa, “tiene que ser verdad, porque es una niña y los niños no mienten”.
“Yo no quería salir en libertad porque cuando salía mi vida se volvía caótica: llegaba tarde, borracho, dormía en parques o barrancos...”, dijo el acusado, que añadió que “poco fue” lo que le pasó a la niña, “porque tal y como me pongo cuando bebo, soy un peligro público”, aunque aseguró entre llantos que el alcohol no le excusa y que quiere que le juzguen por lo que hizo.
De los tres delitos que se le imputan -agresión sexual, lesiones y detención ilegal-, reconoció los dos primeros, pero negó haber forzado a la víctima a entrar en su casa porque, dijo, al igual que otros días la niña iba a su vivienda a dejarle el pan.
El acusado afirmó que después de los hechos acudió a las dependencias de la Guardia Civil de Miraflores de la Sierra, pero que como allí no le hicieron caso siguió bebiendo y después fue a los juzgados de la plaza de Castilla “para quitarse del medio y no matar más”.
Según la trabajadora social que realizó un informe psicosocial de la familia de la víctima antes de los hechos, que también prestó declaración, el entorno de la niña era problemático, ya que había antecedentes de malos tratos entre el matrimonio, y además la madre y uno de sus hermanos padecen una enfermedad visual.
El último testigo propuesto por la defensa, un psicólogo de Instituciones Penitenciarias, explicó que el acusado presenta un “comportamiento obsesivo-compulsivo en cuanto al sexo” para reducir su ansiedad y que además le dificulta el autocontrol, pero que “no llega a perder la conciencia del entorno en el que está”.
El fiscal solicita para el acusado 15 años de prisión, así como una multa de 720 euros por una falta de lesiones y 60.000 euros de indemnización para la menor, mientras que la acusación particular pide 24 años de cárcel.
El juicio continuará este jueves con las pruebas periciales, mientras que la Sala intentará que la víctima y la madre testifiquen mediante videoconferencia, ante la imposibilidad de comparecer en la Audiencia Provincial de Madrid, ya que se encuentran en Marruecos.