El calor que azotó los incendios sólo se ha dado otras cuatro veces en 57 años
El incendio que asoló Gran Canaria a finales del pasado mes de julio y principios de agosto, el de mayor virulencia de la historia reciente de la Isla, contó como aliados para su rápida y descontrolada propagación una humedad menor del 20%, temperaturas por encima de los 40 grados y fuertes vientos durante tres días consecutivos. Según un estudio encargado por el Cabildo de Gran Canaria sólo se han dado las mismas condiciones en cuatro ocasiones en los últimos 57 años.
En el estudio, que será presentado oficialmente en el próximo mes de septiembre, se recoge que estas condiciones se han dado sólo en los meses de julio de 1982, 1994, 1995 y en agosto de 1990 durante 53 días, lo que representa apenas un 1,5% del total de días analizados.
El presidente del Cabildo, José Miguel Pérez, que presentó este jueves las medidas que su Corporación tomará para evitar sucesos como éste, reconoció que, “desde que se tienen cifras” este ha sido el peor incendio que se ha producido en la Isla y tal fue su fuerza que aún no se ha dado por extinguido de manera oficial. Según el presidente del Cabildo, aún se producen columnas de humo por quema de pinares que los servicios medioambientales tienen que sofocar, aunque asegura que no son de importancia. No obstante, hasta que esto deje de ocurrir no se podrá declarar como oficialmente extinguido.
Asimismo, también informó de que aún quedan pendientes por resolver 100 solicitudes de ayuda a afectados por el incendio, aunque precisó que no son casos extremos, sino que tienen que ver con daños parciales, por lo que se dotará a estas personas de ayudas menores. En este sentido, Pérez recordó que el Cabildo ya ha dado 300.000 euros en ayudas a aquellas personas cuyas pertenencias sufrieron un siniestro total y a las que se dotaron con un mínimo de 2.500 euros por caso.
Medidas
Entre la veintena de medidas que el Cabildo ha fijado para prevenir los incendios en el futuro, destacan la creación de un nuevo Centro de Coordinación de Incendios Forestales (CECOPIN) en Barranco Seco, del que por ahora sólo se posee el solar donde irá ubicado, cercano al colegio Heidelberg.
Por otro lado, especial importancia tiene la creación de una nueva figura en la prevención de incendios, esto es, la creación agentes de servicios de extensión forestal y que complementarían la labora que hacen ahora los mismos agentes agrarios. Según el presidente del Cabildo, esta figura podrá gestionar in situ asuntos como las quemas controladas de rastrojos, una de las principales causas de incendios.
Sin embargo, otras de las principales causas de los incendios, la cantidad de legislación vigente para proteger zonas de valor medioambiental que, en opinión de los expertos, hace que la gente que vive en el campo recurra a los incendios como forma de manifestarse. Una de estas formas es la quema de rastrojos, pero otra es la búsqueda de una recalificación del suelo. Según Pérez, la anterior Corporación denegó recursos sobre recalificación territorial por silencio administrativo, algo que, dice, “nos cuesta entender”, y asegura que lo “revisará”.
Imagen turística
El presidente insular explicó que pondrá en marcha un programa de proyección de imagen exterior de Gran Canaria tras el incendio, ya que según dijo las informaciones publicadas por algunos medios extranjeros de forma “exagerada y sensacionalista” han hecho “mucho daño” a la imagen turística de la Isla. En concreto, Pérez aseguró que “nos han destrozado”.
Al parecer, muchas de las informaciones que se trasmitieron en el extranjero sobre la virulencia de los incendios llegaron a asegurar que se estaba evacuando a la población a través de los aeropuertos. Además, estas informaciones solían ir acompañadas de una imagen de satélite en la que Tenerife y Gran Canaria parecía que estaban envueltas en llamas, lo que ayudó a acrecentar el miedo a viajar a estas Islas.
Otras de las medidas que “ya se están llevando a cabo” son la limpieza “permanente” de los barrancos, el programa de previsión Agua Cercana para dotar de acuíferos que pueden servir de surtidores para cuando se sucedan incendios, la colocación de una red de estaciones meteorológicas en cumbres o, también, la incorporación de nuevas especies vegetales que ayuden a combatir los efectos del incendio al no alentarlo.
En este sentido, Pérez aseguró que, si alguna especie vegetal se ha visto afectada por el fuego, el banco de semillas que cuenta el Cabildo en el Jardín Canario hace que se asegura su supervivencia.
En cuanto al resto de medidas, Pérez aseguró que a pesar de haber solventado las primeras ayudas, el Cabildo seguirá pendiente en los próximos meses de las necesidades de los afectados, se seguirán evaluando espacios naturales y se pondrán en marcha varios programas de formación y educación sobre incendios y catástrofes.