En busca y captura dos acusados de detención ilegal y robo que no se presentaron en el juicio

Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria. (ALEJANDRO RAMOS)

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

La Audiencia de Las Palmas ha suspendido este martes el juicio que se sigue contra dos acusados de delitos de detención ilegal, lesiones y robo con violencia y con fuerza en una casa habitada de la capital grancanaria, al no comparecer los imputados ante el tribunal, que ha ordenado la detención de ambos.

El presidente del tribunal de la Sección Sexta de Las Palmas, Emilio Moya, ha comunicado la orden de busca y captura de ambos acusados debido a la gravedad de los hechos que se juzgan y la pena que se solicita, que se eleva a 13 años de cárcel para cada uno de los imputados.

Moya además ha ordenado el ingreso de los dos acusados en prisión preventiva hasta la celebración del juicio, ante la petición formulada por el fiscal Javier Ródenas al no comparecer los dos acusados, uno de los cuales, Miguel Ángel González Sánchez, ya eera buscado por la Justicia.

La acusación particular como las defensas de los procesados se han sumado a esta petición.

Según el escrito de acusación, los procesados Miguel Ángel González Sánchez, y Orlando Luzardo Noble, secuestraron a un joven que quería comprar cocaína cuando se encontraba en la plazoleta de Farray de Las Palmas de Gran Canaria el 18 de septiembre de 2008.

El joven aceptó ir a comprar cocaína en la furgoneta de uno de los acusados, donde fue encañonado con una pistola por Orlando Luzardo, maniatado y amordazado, y, posteriormente, trasladado al domicilio propiedad del citado procesado, donde estuvo retenido de forma ilegal hasta que le liberó la Policía, después de que sus gritos alertaran a los vecinos, según el escrito del fiscal.

En éste también se señala que los dos acusados, cuando llevaron el joven a la vivienda, le quitaron los pantalones, la cartera, las llaves del coche y de su casa, y le dejaron atado y amordazado, si bien antes obtuvieron información del lugar donde vivía, en qué sitio guardaba las tarjetas de crédito y su código.

Según la acusación pública y la particular, los dos procesados abandonaron al joven y se fueron a su casa a robar, tanto pertenencias suyas como de su novia, que vivía con él.

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