Canarias pretende desarrollar un mecanismo para proteger a las víctimas ante casos de violencia machista en entornos laborales
La consejera de Derechos Sociales, Noemí Santana, ha calificado este martes de “sangrante” que una víctima de violencia machista tenga que convivir con su agresor en el centro de trabajo, y se ha mostrado dispuesta a desarrollar con la Consejería de Empleo una herramienta que impida esta posibilidad.
Noemí Santana se ha pronunciado de esta manera en comisión parlamentaria en respuesta a una pregunta de la diputada del grupo Nacionalista Canario Nereida Calero, quien ha reclamado a la consejera “una línea urgente y directa para resolver estos casos” tras exponer ante los parlamentarios un ejemplo sucedido en Fuerteventura.
En concreto, Nereida Calero se ha referido a la situación de una camarera de piso que es víctima de violencia machista y trabaja en el mismo hotel de Fuerteventura que su agresor, por lo que comunicó su situación e informó a la directora del establecimiento de que tenía una sentencia favorable y una orden de alejamiento en vigor.
Sin embargo, según ha indicado la diputada nacionalista, la directora del hotel hizo caso omiso a su petición y la trabajadora acabó pidiendo una baja por depresión.
Fue necesaria la intervención del sindicato de las “Kellys” y de la Concejalía de Servicios Sociales para que se recondujera la situación, tras advertir a la directora del hotel de que se exponía a una demanda a la empresa.
Nereida Calero ha precisado que una trabajadora víctima de violencia machista tiene derecho a una reducción de la jornada laboral o a una reordenación de su horario, lo que negó la empresa en este caso, y también puede recurrir a la movilidad geográfica, con el inconveniente de que hay establecimientos que sólo disponen de un centro de trabajo.
“A la víctima se la convierte en víctima una vez más, ya que debe elegir entre seguir trabajando en contacto con su agresor o dejar el trabajo y por consiguiente, sus ingresos. Al final es ella la que debe cambiar de centro”, ha objetado Calero.
Un mecanismo que garantice que se cumplen los derechos laborales
Por ello ha pedido al Instituto Canario de Igualdad un canal de comunicación concreto, un mecanismo que garantice que se cumplen los derechos laborales de la víctima si ella quiere seguir trabajando en su mismo centro de trabajo.
La titular de Derechos sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud, Noemí Santana, ha considerado esta situación “una desgracia” y ha lamentado que en un centro de trabajo se ponga en duda que se tiene que aplicar la ley en este ámbito, algo “obvio y de sentido común”.
A día de hoy no existe un mecanismo específico en este ámbito salvo las herramientas desarrolladas para abordar todo tipo de violencia machista, como el 012 y la red de protección de víctimas, ha indicado Santana, quien se ha mostrado dispuesta a colaborar con la Consejería de Empleo “para que haya un buen ambiente de trabajo en los centros laborales de Canarias”.
Al respecto, ha admitido que desconoce si hay una estrategia en este ámbito en otras regiones y se ha mostrado “completamente dispuesta” a emprender el primer proyecto a nivel estatal sobre esta cuestión.
0