Desarticulada en Gran Canaria una red de tráfico de drogas y anabolizantes para deportistas
La Guardia Civil ha detenido en Gran Canaria a 18 personas como presuntos miembros de una red de narcotráfico y distribución ilegal de anabolizantes entre clientes de gimnasios y culturistas de esta isla, Lanzarote y Tenerife, en el marco de una operación denominada Platanera. La operación además ha permitido la incautación de 2,5 kilos de cocaína, 1.100 gramos de resinas de hachís, diversas cantidades de anabolizantes y esteroides, cuatro vehículos, una pistola eléctrica, 36.400 euros y joyas por valor de 6.000 euros, según una nota hecha pública este viernes por la Guardia Civil.
Además, parte de la organización se dedicaba a blanquear dinero mediante importantes envíos monetarios a Colombia.
Los detenidos son ocho personas de origen colombiano, cuatro hombres y cuatro mujeres, así como nueve hombres y una mujer, todos ellos de Gran Canaria, y además figuran como imputados dos letrados también de esta isla que se valían de sus funciones profesionales para colaborar con la organización.
Uno de los dos abogados está acusado de un delito de obstrucción a la Justicia y de otro contra la salud pública, señala la nota.
La Guardia Civil también localizó un laboratorio de cocaína en un inmueble de la capital grancanaria, donde se efectuaron una decena de registros domiciliarios.
En el citado laboratorio se adulteraba la droga que se introducía a través del aeropuerto de la isla mediante personas que actuaban como correos, explica la nota.
La operación, tutelada por el Juzgado de Instrucción Número 1 de Arucas, se inició hace seis meses a raíz de investigaciones efectuadas por el Equipo Contra la Delincuencia Organizada Antidroga de la Comandancia de Las Palmas, que detectaron una organización que introducía narcóticos mediante correos humanos y traficaba anabolizantes.
En una primera fase, se investigaron a varios sospechosos por tráfico de drogas en la captial grancanaria y Arucas, y posteriormente las pesquisas se extendieron a Tenerife y Lanzarote, donde los cabecillas tenían diversos contactos.
