Desarticulada una banda que robaba pisos en Madrid, Castellón, Valencia y Lanzarote

La Policía ha desarticulado una banda de ladrones de pisos, que actuaba en la Comunidad de Madrid, Castellón, Valencia y Lanzarote, en una operación en la que han sido detenidas diez personas, nueve de nacionalidad colombiana y un español, quien presuntamente adquiría las joyas que los otros sustraían.

A los detenidos se les atribuyen ocho robos con fuerza cometidos en Castellón; en las localidades madrileñas de Arganda del Rey, Coslada, Fuenlabrada y en Madrid capital; otros dos en Arrecife (Lanzarote) y uno en Valencia, aunque se investiga su participación en otros asaltos cometidos desde finales del mes de agosto.

El modus operandi de los detenidos, según la Policía, era el siguiente: acudían por la noche a los pisos que iban a robar, introducían palillos o pegamento en la cerradura para que los inquilinos no pudieran cerrar con llave al irse, y después volvían al piso y manipulaban el resbalón con un plástico.

Mientras dos de ellos vigilaban en el exterior tras bloquear la cerradura del portal, otros dos o tres accedían al interior de la vivienda, y si la puerta estaba blindada la forzaban utilizando berbiquís de grandes dimensiones.

Una vez en el interior, según informa la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, forzaban en algunos casos cajas de seguridad y se apoderaban de joyas -se han recuperado más de un kilo en piezas-, dinero, ordenadores portátiles y otros electrodomésticos, de algunos de los cuales se han incautado las fuerzas de seguridad.

La banda, que tenía una especial predilección por los domicilios de inmigrantes, estaba liderada por P.P.B.R., quien ya había sido detenido en otras ocasiones por su participación en varios hechos delictivo. Había estado en prisión, fue expulsado luego de España, pero logró entrar de nuevo al país con una identidad falsa.

Las investigaciones se iniciaron en agosto, cuando los investigadores detectaron una serie de robos con fuerza con el mismo modus operandi, y fue a finales del mes pasado cuando los agentes averiguaron que la banda ahora desarticulada había regresado a Madrid procedente de la Comunidad Valenciana donde, al parecer, habían asaltado dos domicilios.

Ese mismo día concertaron una cita con el responsable de varias joyerías de compraventa de oro del centro de Madrid, del que eran clientes habituales pues presuntamente se encargaba de comprar las piezas de joyería procedentes de los robos.

Los integrantes de la banda fueron detenidos cuando se encontraban en el mostrador de un local de compraventa de oro, donde habían expuesto sobre la mesa piezas de joyería con un peso aproximado de medio kilo, gran parte de las cuales eran usadas y tenían inscripciones y fechas grabadas en su interior.

Se han practicado cuatro registros domiciliarios en Madrid en los que se han recuperado numerosos objetos.

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