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Seis meses después de la declaración de Patrimonio de la Humanidad

Centro de Interpretación del Roque Bentayga.

Silvia Álamo

Las Palmas de Gran Canaria —

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La Unesco reconoce el valor único del paisaje cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria como un lugar clave en el desarrollo de la cultura aborigen de las Islas. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Fue el pasado 7 de julio de 2019, un día crucial para la historia de Canarias. El proyecto fue recibido a lo grande en ese pequeño territorio de la cumbre grancanaria, que ocupaba el centro de atención que todo el mundo quería visitar. Las instituciones alardeaban -y alardean-  de la nueva distinción. La idea es clara: hay que mostrarle al mundo el legado que dejaron nuestros antepasados y gestionar el turismo de la mejor forma posible para que no se parezca a cualquier zona turística explotada de las Islas. Sin embargo, seis meses después no se ha materializado nada en cuanto a conservación y protección del Patrimonio Mundial se refiere. Dos centros de interpretación -uno de ellos en obras y el otro escaso de material- y un punto de información sin un plan de diseño aparente. 

Esta gran noticia marcará un antes y un después en Gran Canaria”, era una de las manifestaciones más escuchadas aquel 7 de julio. Solo una semana después, se inauguraba el Centro de Interpretación de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria en el municipio de Artenara, en el epicentro del patrimonio. A la espera de la llegada de la neocueva, una réplica del monumento que en estos momentos se está instalando por lo que el centro se encuentra cerrado al público, la infraestructura recibía cada día a cientos de visitantes curiosos. A pesar de ello, algunas voces denuncian las carencias del lugar. A diario se producían caídas de piedras; cuando llueve hay goteras; el mobiliario no es el más apropiado; no existe un panel con horarios ni una señalética que indique la ubicación del centro, al igual que ocurre en las otras dos infraestructuras; la falta de mecanismos de absorción del sonido que influyen en la calidad de las exposiciones… Los propios vecinos de la localidad aseguran que “el descuido” por parte del Cabildo hace que mucha gente “no se sienta a gusto” en un lugar que debería convertirse en un referente del patrimonio cultural. “La gente que suba a la cumbre no querrá repetir”, lamentan.  

Ante estas críticas, el director del Paisaje Cultural de Risco Caído, José de León, asegura que en estas semanas que está cerrado van a aprovechar para revisar el centro y los contenidos. “Los museos son vivos y hay que estar constantemente revisándolos. La idea es abrirlo a principios de febrero y, la neocueva, a mediados de mes”. 

En una situación similar al de Artenara se encuentra el Centro de Interpretación del Bentayga. El propio arqueólogo y descubridor de Risco Caído, Julio Cuenca, lo admite: “Es absolutamente deficitario”. Hasta esta semana -y desde hace ya varios meses- no contaba con folletos informativos. Los tablones de información vacíos, de tres paneles interactivos en el interior del centro, sólo funciona uno; las exposiciones tienen algunos bombillos fundidos; el control de la barrera de seguridad depende de los vigilantes y no de los trabajadores del centro, al igual que el cuarto donde se encuentra el motor que les abastece en caso de que la energía de las placas solares se agote por falta de sol. “Se desconoce si es dejadez o falta de financiación, pero se debería poner más empeño en sacarle partido a estas infraestructuras”, exponía un visitante grancanario.  

En referencia a este centro, el director asegura que existe una dotación de 150.000 euros para un proyecto de mejora y adecuación de la infraestructura y los contenidos. Ya esta semana se subieron los folletos, explicados en tres idiomas, y adelanta que dentro de unos meses la infraestructura se cerrará un mes al público para realizar una obra de mejora. 

No obstante, tanto los vecinos, como algunos visitantes y el mismísimo Cuenca coinciden en que “lo más grave” es que el Almogarén del Roque Bentayga se ha abierto al público sin control de ningún tipo. “No hay vigilancia, personal que acompañe, no se han hecho estudios de carga para saber cuánta gente se admite allí o por donde tienen que subir…”, alega el arqueólogo. De León asegura que desde el Cabildo se está contemplando la posibilidad de controlar el acceso al roque. El objetivo, cuenta, es que las visitas se gestionen desde el centro, reforzando el equipo que ya está trabajando. 

Por su parte, Julio Cuenca insiste en la importancia de poner en marcha los proyectos de parques arqueológicos y conocer qué valores encierran el Roque Bentayga, Cuevas del Rey, la Mesa de Acusa, Risco Chapín y el propio complejo de Risco Caído. “Sin la redacción de estos proyectos no se puede poner en marcha ninguna política de conservación”. El arqueólogo cree que el “ejemplo más paradigmático” del abandono es la situación en la que se encuentra la joya de la corona de la propuesta, Risco Caído. “Está en un estado penoso de conservación, en ruinas, se nos puede caer, habría que ponerlo sobre la mesa ya a ver qué se puede hacer”, opina. 

En referencia al centro de información del municipio de Tejeda -abierto al público recientemente- no parece que exista un plan diseñado. Con solo una de las salas operativas y escasa información, quiere consolidarse como un referente en uno de los municipios más bonitos de España. De León asegura que esta apertura es “provisional” y que a mediados de año habrá un centro en “condiciones normales”. La próxima semana se llevarán unos paneles informativos que permitirán abrir otra de las salas, para que la gente vaya a informarse. Además, otra de las habitaciones se quiere aprovechar para actividades de artesanía. “Tenemos 200.000 euros aprobados para habilitar en la parte alta del edificio y hacer cinco oficinas para que haya un personal permanente”. 

El director del paisaje admite que “todo es mejorable” y asegura que existe “una estrategia”. “Queremos que sean proyectos de dinamización de la población local, que ayude a mantener la actividad económica de las localidades”. 

Tras los fuegos del pasado mes de agosto, que arrasaron con gran parte del epicentro de la Isla, se dejó claro a través de los medios que había que poner en valor esta zona, cuidarla, mimarla. Los vecinos y vecinas de la zona tienen claro cuál fue la principal causa que desató al gigante rojo, poniendo en riesgo la vida de miles de personas: el abandono del mundo rural. Desde entonces se están llevando a cabo diferentes obras -mayormente en las carreteras y barrancos- para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible. 

¿Una fundación pública? 

Julio Cuenca recuerda que antes de que se declarase el Patrimonio Mundial se pensó en la creación de una fundación pública a través de la cual gestionar el complejo de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria. De hecho, la documentación se llegó a enviar a París y la propia Unesco pidió detalles de cómo se iba a llevar a cabo. Su sede estaría en Tejeda, en la zona núcleo de la propuesta. Sin embargo, el panorama ha dado un giro de 180 grados y, según el arqueólogo, han cambiado de idea y van a crear “una especie de instituto” que se ubique en Las Palmas de Gran Canaria. 

El descubridor de Risco Caído recuerda que Tejeda y Artenara son municipios que en el último siglo han perdido más del 30% de su población, que la edad media está por encima de los 65 años y que tienen la renta per cápita más baja de Canarias. “Se ha creado la oportunidad de un tesoro que lo tienen ellos -en referencia a los vecinos y vecinas de la Cumbre- se debe potenciar, invertir en esos sitios a raíz de este regalo que nos han hecho”, opina. “Todas las inversiones deberían estar allí”. 

Cuenca considera que es necesario la creación de una dinámica económica en el lugar, con los centros de visitantes, la fundación pública, los equipos de gestión…“Creo que todos debemos sumar fuerzas, los ayuntamientos, las fuerzas económicas de la zona, empresarios, la ciudadanía, para que se invierta en la zona y no se lleven los departamentos y las infraestructuras de gestión a la capital”, sentencia. 

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