El Diputado del Común pide a un colegio de Gran Canaria que no excluya de un viaje a un alumno con autismo

CEIP El Tablero, en Gran Canaria.

Efe

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El Diputado del Común, Rafael Yanes, ha recomendado al colegio El Tablero, de Gran Canaria, que tome medidas para que un alumno con autismo, E. F. V., pueda asistir al viaje de fin de curso que realizará la clase de 6º de Primaria, después de que su madre, Irene V., denunciara en noviembre en unos vídeos que se hicieron virales que el centro le negaba ese derecho.

Así lo dispone Yanes en una resolución fechada a 5 de marzo que la madre ha hecho pública este miércoles en una rueda de prensa, donde ha explicado que, hasta la fecha, no ha recibido ninguna propuesta por parte del centro para que su hijo pueda participar en esta actividad que se desarrollará a partir del próximo 4 de abril.

Según el Diputado del Común, el niño debe asistir a este viaje de fin de curso con el resto de alumnos porque este es “su grupo de socialización durante el presente curso escolar 2023/2024” y agrega que “el TEA (trastornos del espectro autista) no debería ser un impedimento para que el alumnado participe en actividades lúdicas y educativas que favorezcan su desarrollo integral”.

El pasado noviembre, la madre decidió hacer pública la situación con el fin de buscar el respaldo de la sociedad y denunciar la discriminación y falta de inclusión, después de reunirse dos veces con la directiva del centro y que esta le negara la participación a su hijo en el viaje.

Tras la publicación de los vídeos, la madre se reunió con un inspector de Educación, que en un informe fechado el 21 de diciembre de 2023 -conseguido por la madre a través de los tribunales y el Diputado del Común- concluyó que, al no pertenecer el alumno a 6º de Educación Primaria, “no cuenta con el derecho de asistir”.

El alumno forma parte del Aula Enclave, unidades de escolarización en las que se proporciona respuesta educativa a alumnos con necesidades educativas especiales y que deben integrarse en la vida diaria de un centro ordinario, por lo que también participan en sesiones lectivas con estudiantes de 6º de Primaria.

Por otro lado, el inspector de zona indica en su informe que “en aras de buscar una solución consensuada con el objetivo que Elan pueda ir al viaje, la madre del menor debe cumplir el acuerdo establecido al tener que subsanar el daño producido al CEIP El Tablero y a la directora” por la difusión de sus vídeos.

Se trata de un acuerdo que, en el mismo documento, el inspector considera que la madre ha roto, tras las declaraciones emitidas por ella en un medio de comunicación el pasado 15 de noviembre.

Según ha explicado Marian Álvarez, presidenta de la Federación de AMPAS de Gran Canaria, “la administración solo acepta que [el niño] vaya al viaje si su madre pide perdón por unas ofensas que nunca ha emitido. El inspector de zona sostiene que la madre no ha cumplido porque no se ha hincado de rodillas a pedir perdón al equipo directivo del centro”.

La madre ha señalado que, además, ha debido acudir a los juzgados de lo Contencioso-Administrativo para solicitar que se le facilitara la documentación en relación a este asunto por parte del centro educativo.

A pesar de que, por condición especial de su hijo, ella se ofreció a acompañarlo desde el primer momento al viaje, sufragando todos sus gastos, ha explicado que el centro propuso por teléfono al padre del niño -del que está separada- que fuera él quien le acompañara al viaje, un tema que se iba a tratar en una reunión con ambos progenitores y que finalmente no tuvo lugar.

El Diputado del Común ha dicho que “no se puede condicionar el acceso al viaje de fin de curso del menor por las actuaciones procedentes o improcedentes de la madre, tanto a través del centro, de los medios de comunicación como a través de la comisión de conciliación”, ya que “el menor no es responsable de los actuaciones o declaraciones” de esta.

Igualmente, señala que “la Inspección de Educación puede hacer de mediador para lograr un entendimiento entre la madre y el centro, aunque ella es parte del centro y su hijo también, pero no puede dejar que un menor se vea marginado por su condición de TEA”, debiendo “prevalecer el derecho del alumno a asistir a una actividad con su grupo de iguales de edad con los recursos que la administración debe proporcionar”.

“Estamos hablando de los derechos de un niño, de un menor que tiene necesidades educativas, pero tiene una familia, tiene apoyo, está en un centro ordinario del que me siento orgullosa, de que desde Infantil de cinco años he estado peleando para que mi hijo estuviera en ese centro en concreto y para que siguiera teniendo el grupo con el que había empezado”, ha declarado a la prensa la madre.

Ha denunciado también que siente que la han intentado “coaccionar para que dijera cosas que no eran reales”.

“No voy a parar porque mi hijo se lo merece, pero es súper difícil que a las mamás nos traten así cuando nuestros hijos tienen una dificultad, cuando lo que deberían de hacer es apoyarnos más, porque es lo que necesitamos más apoyo, no más exclusión”, ha dicho la madre al lamentar que el niño también queda excluido de otras actividades del centro, como el comedor escolar o las actividades extraescolares. 

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