Expertos determinan que el terremoto del pasado viernes no fue ni especial ni entrañó riesgos para la población
La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ha informado hoy de que el terremoto de magnitud 4.2 registrado el pasado viernes entre Tenerife y Gran Canaria fue de origen tectónico, “no fue especial”, puesto que “esta sismicidad es la habitual y mayoritaria” en Canarias y no supuso un riesgo para la población.
María José Blanco hizo estas declaraciones a los periodistas tras reunión del comité científico de evaluación y seguimiento de fenómenos volcánicos convocado por el Gobierno de Canarias en aplicación del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca).
La directora del IGN ha asegurado que el terremoto que tuvo lugar el pasado viernes es “algo habitual” que se ha producido y se seguirá produciendo en el futuro, ya que, según ha comentado, es por donde se liberan tensiones en la falla.
Ha recordado que el sistema entre Tenerife y Gran Canaria tiene una sismicidad recurrente en el tiempo que comenzó a ser destacable en 1989 con el terremoto de magnitud 5.2 que tuvo lugar el 9 de mayo y, desde entonces, se registra una actividad que se repite en el tiempo.
Según la científica, el terremoto reciente tuvo una “magnitud moderada” de 4.2 que se enmarca dentro de una intensidad de 2-3 que se siente por poca población y en las localidades más cercanas, “pero en ningún caso produce ningún daño”.
“Estamos en una zona con una sismicidad y una actividad volcánica permanente, no es algo episódico”, ha afirmado Blanco, quien ha señalado que por ese motivo no tomarán ninguna medida especial en relación con el último terremoto sino que seguirán analizando los datos de forma real.
Para la científica, “no hay nada más porque no es un sismo especial, lo único que tiene de especial es que ha tenido una magnitud un poquito más elevada”. El director del Área de Vigilancia Volcánica del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Luca D'Auria, ha indicado también que hasta ahora todas las evidencias indican que el terremoto tuvo un origen tectónico, pues se sabe que esta zona diariamente se producen terromotos de origen tectónico y hay fallas sísmicas conocidas.
“Las características del sismograma ponen claramente en evidencia que detrás del terremoto hay una falla sísimica tectónica”, ha manifestado Luca D'Auria, quien ha destacado que el reciente terremoto no tuvo ninguna implicación desde el punto de vista de riesgo.
Sin embargo, ha sido “muy interesante” desde el punto de vista científico porque por primera vez los científicos tuvieron la oportunidad de medir un movimiento del suelo para un terremoto “no tan pequeño”, lo que les ha permitido tener una referencia para saber que a partir de una magnitud 5.5 es “muy difícil” que se produzcan daños.
El científico de Involcan ha destacado que “por primera vez un terremoto de esta magnitud ha sido medido por una red instrumental moderna”, si bien ha lamentado que por el momento no hay un método científico válido que pueda prever un terremoto. Por ello, ha continuado, la única defensa contra los terremotos es conocer la historia sísmica de una región para volver valorar el riesgo que en Canarias es “en general, bastante bajo” en comparación con Andalucía o Murcia.
Sin embargo, la mayoría de las víctimas de Canarias ha sido como consecuencia de terremotos más que de erupciones, por lo tanto, el riesgo de terremotos que hay en Canarias “no es algo que se pueda descartar, es algo que tenemos que tener en cuenta”.
La viceconsejera de Medio Ambiente y Seguridad, Blanca Pérez, ha agregado que el motivo por el que se convocó la reunión fue porque desde el año 1989 “no se había producido un terremoto sentido como éste en esta zona por eso se convocó esta reunión”.
Según Pérez, fue un episodio puntual, que “se suele dar de manera uniforme a lo largo del año” y que “podría ocurrir que se dieran otros similares sin riesgo para las personas”. El comité científico de evaluación y seguimiento de fenómenos volcánicos está formado, además de por el Gobierno de Canarias y representantes de la Administración General del Estado, por el Instituto Geográfico Nacional (IGN); el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan); y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
Asimismo, hay miembros de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET); Instituto Español de Oceanografía (IEO); especialistas de las dos universidades canarias (ULPGC y ULL) y representantes de otras instituciones de reconocido prestigio en el estudio y la investigación de la vulcanología en Canarias.
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