Los familiares de las víctimas canarias identifican los cadáveres
Familiares de las víctimas canarias del accidente aéreo de Barajas están ya desde esta madrugada en Madrid en las instalaciones de IFEMA, participando en las labores de identificación de los cadáveres al tiempo que reciben atención y asistencia psicológica de los más de 80 psicólogos y 100 voluntarios de distintas instituciones que se han brindado para este fin.
Entre las personas que están acompañando a los familiares de las víctimas y ofreciéndoles apoyo anímico y moral se encuentra el obispo de Canarias, Francisco Cases, quien oficiará sobre las 11.00 horas, una misa en el recinto de IFEMA en la que podría estar acompañado por uno de los Obispos auxiliares de la diócesis de Madrid.
Según algunas fuentes, se estima que puede haber unas 90 víctimas residentes en Canarias entre los 153 fallecidos, la mayor parte de ellos originarios de Gran Canaria. No obstante, no hay informaciones oficiales al respecto y tampoco se ha especificado hasta el momento cuántos de los 19 supervivientes que se encuentran en distintos hospitales -y entre los que hay tres menores- pueden ser originarios de las Islas.
En la noche de este miércoles estuvieron en las instalaciones de IFEMA el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del Partido Popular, Mariano Rajoy, además de otros muchos dirigentes políticos, como la vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega, o la de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Una trabajadora de Cruz Roja definió la situación anímica de los familiares afectados por la tragedia como “de desesperanza”, indicando que no es posible realizar una previsión del tiempo que dure el proceso de identificación de los cadáveres.
Algunos expertos han señalado que si el accidente se hubiese producido en un aeropuerto con orografía distinta a la de Barajas las labores de rescate hubiesen sido aún más complicadas, y probablemente habría habido aún menos supervivientes, al tiempo que se ha considerado bastante eficaz la actuación de los servicios de emergencia.
El accidente parece haber sido consecuencia de la explosión de uno de los motores en el momento del despegue. No obstante, el avión siniestrado había tenido problemas para realizar un primer despegue, lo que llevó al piloto a volver a la terminal, donde, tras una inspección técnica, habría recibido luz verde para volar.