Gáldar se rebela contra la construcción del centro comercial

Organizaciones como Ben Magec, defensores del Patrimonio Histórico y vecinos de Gáldar plantarán batalla al proyecto de construir un centro comercial y 1.400 viviendas en la vega agrícola del municipio, a pocos metros de la Cueva Pintada, algo que prohíbe una sentencia del TSJC.

Así lo afirmó este marte el portavoz de los ecologistas de Ben Magec, Antonio Hernández, quien agregó que la sentencia será firme cuando pase por el Tribunal Supremo y que, aunque en Canarias es costumbre incumplir los fallos judiciales como sucedió con la “supercomisaría”, las torres del Canódromo y el edificio Woerman, en este caso “se cumplirá la ley”.

El plan territorial especial contempla un proyecto que abarca un millón y medio de metros cuadrados, incluido el desvío de la autovía para no aislar el centro comercial, que ocuparía una superficie de 140.000 metros, cuando Las Arenas, en la capital grancanaria, ocupa 35.000.

Además, 1.400 viviendas suponen un desarrollo “desorbitado” que no cuenta con estudio de sostenibilidad.

En el entorno del lugar escogido para el proyecto existen cuatro bienes de interés cultural más un quinto que próximamente puede ser declarado como tal y es el primer pozo de agua de la isla que data de 1750, lo que se suma al los vestigios aborígenes que esconden estas tierras y que serían desvelados en cuanto comiencen las obras.

Antonio Hernández criticó que los empresarios ligados a la promotora Yudaya estén tan empecinados en la idea que usen sus medios de comunicación, Canal 9 radio y televisión, dijo, para vetar a artistas como Arístides Moreno por manifestarse en contra de este proyecto, que a su juicio debe ser sometido a debate público y no sólo a información pública consistente en la entrega de un engorroso CD.

Los representantes vecinales agregaron no estar en contra del centro comercial, pero sí de su ubicación, pues afectaría a la vega agrícola como sucedió en Vecindario, Telde o Jinámar, que se asentaron sobre terrenos rústicos que desaparecieron, igual que está sucediendo en Arucas y Gáldar.

Además, esta política está en contra del documento de lucha contra el cambio climático del Gobierno canario, que apuesta por recuperar las zonas agrícolas de las islas.

Por ello, los vecinos concluyeron que cuando quieran vivir en poblaciones de 50.000 habitantes la elegirán ellos mismos, pero no permitirán que se la impongan los políticos, que cuando están en la oposición luchan contra el centro comercial y al obtener la Alcaldía la defienden, pues “poderoso caballero es don dinero”.

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