Inician una huelga de hambre 33 supuestos patrones de cayucos en Tenerife
Un total de 33 supuestos patrones de cayucos que están internos en la prisión Tenerife II a la espera de juicio iniciaron el pasado 31 de agosto una huelga de hambre en protesta por su situación judicial.
El subdelegado del Gobierno en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Batista, confirmó este martes que la huelga la iniciaron 60 presos, todos ellos supuestos patrones, de los módulos 1 y 3 de la prisión tinerfeña pero sólo la mantienen 33, como adelantó este martes el periódico El Día.
Batista subrayó que el estado general de los huelguista “no es malo” aunque algunos han tenido que ser trasladados a enfermería e incluso durante el fin de semana uno de los presos fue trasladado a un hospital, aunque no quedó ingresado.
El subdelegado recordó que en Tenerife II hay 149 supuestos patrones de cayucos y pateras que transportaron inmigrantes a Canarias y que se encuentran a la espera de juicio, mientras que dos cumplen condenan.
Añadió el subdelegado que ésta es la segunda huelga de hambre que estos presos realizan, ya que hace algo más de un mes un número similar comenzó otra protesta, que fue abandonada a los pocos días.
Estos presos alegan, según explicó Batista, que ellos son meros agricultores o pescadores y que no tienen nada que ver con las mafias que trafican con los inmigrantes y niegan que actuaran de patrones en las embarcaciones que llegaron a las costas canarias.
Batista apuntó que las investigaciones policiales que se realizan una vez que son detectadas las barcazas han permitir detener a un mayor número de patrones, y precisó que en la anterior convocatoria de huelga de hambre había ingresados 124 supuestos patrones, mientras que en la actualidad hay 149.
Recordó que mientras que el resto de los inmigrantes son ingresados en los centros de retención los supuestos patrones son internados en la prisión como presos preventivos.
Respecto a la huelga de hambre, el subdelegado indicó que, al igual que ocurrió en la anterior ocasión, este tipo de movimientos se terminan “desinflando”.