Una médico del Insular mandó a analizar botellas que Iván R. llevaba a Laura G.
Una médico adscrita a la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del Hospital Insular de Gran Canaria mandó a analizar días antes de la muerte de Laura G. los líquidos que su marido le traía de casa durante su ingreso. La Policía está convencida de que será una prueba importante para aclarar el alcance del presunto homicidio de la enfermera, supuestamente a manos de su esposo, Iván R., dado que el protocolo de análisis hospitalarios respeta la cadena de custodia exigible en las causas penales.
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La médico sospechaba del comportamiento del marido de la enfermera fallecida, el también enfermero Iván R., que acudía a visitarla a la UMI portando líquidos y otros productos traídos de casa. Decía que eran los que le sentaban bien, cuando en realidad se comprobaba que la paciente empeoraba tras la visita de su esposo. De ahí que la facultativa reclamara en una de las últimas ocasiones que vio a Iván que le entregara los envases en los que traía de casa los productos que estaba suministrando a su esposa.
Los resultados de estos análisis serán incorporados los próximos días a la causa, que ya está en manos de la juez que habrá de dirigir la investigación, la titular de Instrucción 7 de Telde, Virginia Peña. Las primeras diligencias han sido realizadas por tres jueces, los de instrucción 1 y 3, y de Violencia de Género 1, todos de Las Palmas de Gran Canaria, cuando la fallecida tenía su domicilio en Telde.
Iván se empeñaba siempre en cuidar personalmente a su esposa, en suministrarle la medicación, en asegurar que sus tratamientos eran los más adecuados para su desconocida dolencia. Ante la Policía ha sostenido en todo momento que su obligación como enfermero y esposo era cuidar a su esposa y que eso era lo que hacía.
Mientras tanto, la Policía continúa con las labores de recopilación de pruebas y testimonios. Se calcula que podrían ser citadas a declarar en calidad de testigos unas sesenta personas del entorno de la fallecida y de su esposo. Entre otras, la Policía está a punto de identificar y citar a declarar a la que se considera amante del presunto autor de la muerte de Laura G. Han aparecido cartas y mensajes electrónicos y telefónicos que hacen sospechar que el enfermero mantenía una relación paralela, lo que al parecer era conocido en su entorno profesional y personal.
Fuentes de la investigación han desmentido que el sospechoso haya arrojado a la vía pública envases conteniendo talio, un metal altamente tóxico utilizado en los hospitales para pruebas oncológicas. Al parecer, esos envases, que Iván R. tiró en las inmediaciones de Alcampo cuando acudía en compañía de un familiar de su esposa a hacer la compra, contenían antibióticos.