Los jóvenes de la expedición 'Siberia 2008' la definen como ''enriquecedora''
Una experiencia enriquecedora, tanto en el ámbito cultural como en el personal es la definición más extendida entre los 16 jóvenes canarios que este jueves regresaron al Archipiélago tras participar en una expedición astronómica que les llevó a observar desde Siberia el segundo eclipse total de sol del siglo XXI.
Los jóvenes, participantes de la expedición Siberia 2008, del programa La ruta de las estrellas de CajaCanarias, recorrieron parte de Rusia en un viaje que se extendió durante diez días.
El pasado domingo 27 de julio, los 16 estudiantes canarios partieron rumbo a Moscú desde Tenerife junto a astrónomos e investigadores profesionales, en un periplo que formaba parte de una expedición científica, Siberia 2008, que tenía como finalidad observar el eclipse total de sol que se produjo el uno de agosto.
Después de recorren más de 6.000 kilómetros en avión y más de 3.300 en el tren, la expedición llegó a Novosibirsk, la mayor ciudad de Siberia, desde la cual contemplaron el “sol negro”.
El investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias y coordinador de este proyecto, Miquel Serra-Ricart, señaló que la experiencia que vivieron los 16 jóvenes los transformó; “no son los mismos que cuando se marcharon”.
Serra-Ricart espera que la aventura les sirva para su futuro y les ayude a tener más claro hacia dónde dirigir sus vidas.
Victoria Cabrera, una de las jóvenes participante que actúo como portavoz de sus compañeros, señaló que observar el eclipse fue “una sensación extraña pero placentera”.
La profesora Isabel Hernández, que acompañó a los alumnos en la expedición, destacó la madurez de las reacciones que tuvieron los jóvenes, lo que consideró muestra del cambió que el viaje había provocado en ellos.
Según el coordinador de La ruta de las estrellas la experiencia fue dura, viajar en tercera clase en el mítico tren Transiberiano, les ocasionó varios contratiempos derivados del reducido espacio y la falta de intimidad, amen de la mala alimentación propia de los largos recorridos.
Sin embargo los jóvenes a la hora de recordar los momentos más duros del viajes sólo señalan el miedo a que el cielo nublado les impidiera disfrutar del eclipse total de sol.
Tanto los alumnos como sus acompañantes afirmaron que lo más importante fueron los lazos que se crearon entre quienes el 27 de julio eran apenas unos desconocidos.
Uno de los jóvenes destacó el ambiente de compañerismo, ya que a pesar de que le robaran su maleta en el aeropuerto, en ningún momento le faltó de nada debido a que sus compañeros le prestaron todo lo necesario.
A lo largo del recorrido los alumnos contaron con actividades didácticas y charlas organizadas por los astrónomos que les acompañaron, con el objetivo de que conocieran las principales características astronómicas, medioambientales, sociales y demográficas de los lugares que iban visitando.
El responsable de Cultura de CajaCanarias, Álvaro Marcos Arvelo, quiso destacar que el viaje tiene varios hitos que marcarán el futuro de los participantes: el formar parte de una expedición científica junto a astrónomos, ser testigos de un eclipse de sol, y sobre todo, el descubrirse a sí mismos.
El próximo año La ruta de las estrellas recorrerá tierras chinas y volverá a dar la oportunidad a jóvenes canarios de disfrutar de una experiencia como la que vivieron los 16 alumnos que viajaron hasta siberia para contemplar el eclipse.