Marc Anthony pone a bailar a Canarias en el estreno de su gira europea
Marc Anthony, el rey de la salsa, no defraudó en el primer concierto de su gira europea, celebrado en la capital grancanaria y en el que hizo bailar a las 15.000 personas que llenaban el recinto.
Pasadas las 21.30 horas el artista afincado en Nueva York hacía su aparición con su famosa “Valió la Pena” en un concierto que mañana repetirá en Tenerife, y luego en Madrid, Valencia y Málaga.
Con un público entregado desde la segunda canción, que animaba al músico salsero al son del mítico “pío, pío”, el cantante de origen puertorriqueño alternó durante hora y media canciones de su último trabajo “Marc Anthony 3.0” con grandes éxitos como “Y ahora quién”, “Cómo es él”, o “Que precio tiene el cielo”.
Tras saludar al público y a los músicos, Anthony animó a los asistentes a disfrutar del concierto, en el cual no faltaron otros temas como “Flor Pálida”, “Hasta ayer”, o “Hubo alguien”.
El momento cálido de la noche llegó con “Mi gente”, canción en la que el artista se declara a los vecinos del continente americano, de los que afirma sentirse “orgulloso”, y prueba de ello es que durante el tema le acompañan en las pantallas las banderas de Estados Unidos y de todos los países de América del sur.
Tras aprender a hacer con las manos el “pío, pío”, Marc Anthony continuó con su espectáculo, lleno de luz y de color, en el que no faltaron innumerables besos para el público, sobre todo para las féminas.
¡Qué rico! O ¡Qué lindo! fueron algunas de las expresiones que el neoyorkino lanzó a los asistentes a este concierto, que se enmarca en la gira “Cambio de Piel World Tour 2015”, que empezó en California y que finalizará en diciembre en Texas.
Si bien, Anthony no entonó en Gran Canaria la canción que da nombre a su gira, sí que finalizó el concierto con su ya mítica “Vivir mi vida”.
Hora y media de música especialmente de salsa (con baile incluido del artista y del público), que no dejó indiferente a nadie.
Para ello, fue magistral la compañía de sus músicos y coristas, que hicieron que el concierto brillara aún más.