''Muchos menores de la Casa Cuna fueron regalados''
El sociólogo Francisco González Tena afirma que muchos niños y niñas que desaparecieron de la Casa Cuna de Santa Cruz de Tenerife durante el Franquismo y en los años posteriores, fueron regalados, es decir, que ni siquiera el dinero en este orfanato concreto fue el principal motivo de un tráfico de menores que a día de hoy es investigado y que no se puede cuantificar.
“Muchos niños de la Casa Cuna fueron regalados durante décadas, incluso hasta bien entrados los años ochenta. Había vinculaciones con el País Vasco y Levante, sobre todo, Valencia, pero lo dramático de los niños de la Casa Cuna es que eran tratados como mercancía, como objetos. Los que no servían eran devueltos, como si se tratase de material defectuoso. Era el colmo de la desfachatez”.
González Tena viaja esta semana a Tenerife y Gran Canaria para completar un informe sobre niños robados que entregará a la Fiscalía General del Estado en nombre del colectivo Sin Identidad. “No puedo cuantificar cuántos han sido los casos, en todo caso, centenares”, afirma a este periódico. “Lo mío es hacer un informe que ayude a la Fiscalía”, pero insiste en que la canaria es una ramificación del entramado estatal de niños robados que requiere un análisis aparte, empezando por separar los casos de abusos sexuales de los de robo de menores.
“El poder, y me refiero al Movimiento Nacional, creía que en Canarias podía hacer lo que quisiera. A Canarias se la maltrató como si fuese un coto privado, y la presencia de los militares en el entramado del tráfico de niños no se da en otros lugares como se da en Canarias. Los niños y niñas eran dados en adopción, o donados, sin garantía alguna, sin que lo supieran sus padres; no se trataba tanto de que fueran guapos como de que fueren útiles”.
“Los robados de clínicas y maternidades en la península eran entregados nada más nacer, pero en el caso de la Casa Cuna es más doloroso, porque hubo niños y niñas que se dieron a familias cuando ya tenían uso de razón, con lo que al dolor de la madre se suma el del hijo, o hija, al que además se le cambia de identidad”.
Regalados, moneda de cambio o entregados a familias para hacerles un favor sin consentimiento de los progenitores. Como ocurrió con Liberia Hernández, que a los ocho años fue dada a un matrimonio de Alcoy (Alicante) para que lo atendiera en su vejez. Liberia fue cambiada de nombre, le quitaron su identidad, mientras su verdadera madre se preguntó día tras día durante 22 años a dónde se habían llevado a su hija.
El sociólogo se metió en la investigación de los niños robados tras indagar en la Memoria Histórica y publicar dos ensayos sobre el papel de la Iglesia en el auxilio social. Un día, en 2008, le pidió ayuda una mujer que buscaba a su hermana, robada de una maternidad de Madrid. La hermana apareció en Alemania. Desde entonces, González Tena está ofuscado con la necesidad de contextualizar cada escenario para “poder entender el ámbito, la forma en qué se actuaba socialmente en un periodo determinado para ayudar a que haya una justicia real”.
El contexto de la Casa Cuna es el de bebés que llegaban a manos de unas religiosas dominicas de la Sagrada Familia, abandonados en unos casos, en otros, pidiendo que se hicieran cargo de la criatura por un tiempo. “En Canarias, el 90% de los casos guarda alguna relación con la Iglesia”, añade, “pero con una responsabilidad administrativa que no se da en el resto de España”.
Francisco González Tena dará una conferencia este martes en Tenerife ante el movimiento 15M. El miércoles viaja a Gran Canaria invitado por CANARIAS AHORA y la Plataforma de Familiares de los Fusilados de San Lorenzo. Además de investigar casos de niños robados en esta isla, González Tena dará una conferencia este jueves 30 a las 20 horas en el CICCA (Alameda de Colón número 5, Las Palmas de Gran Canaria).