El mérito tecnológico del GTC, como ''20 medallas olímpicas''
El mérito tecnológico del Gran Telescopio de Canarias (GTC), que captó su primera luz del cielo este sábado de madrugada y que es el más potente del mundo, es como haber logrado “unas veinte o quince medallas en unos Juegos Olímpicos” explicó el director general del IAC, Francisco Sánchez.
El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) es el promotor de esta infraestructura, que cuenta con el espejo primario mayor de los instalados hasta ahora en un telescopio, con 10,4 metros de longitud, y ha sido ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos de La Palma.
En una entrevista, el director general del IAC explicó que los españoles han conseguido “algo que muy pocos son capaces de hacer” construyendo este telescopio, que permitirá a los astrónomos, dijo, plantearse retos hace años inimaginables, como por ejemplo, “intentar ver una cerilla ardiendo en una esquinita de un Nueva York en llamas”.
Este aparato, que captó su primera luz del cielo en un acto presidido por el Príncipe de Asturias, encargado de marcar los dígitos para activar los sistemas de seguimiento del telescopio, representa para los científicos “nuestra mayor máquina del tiempo en estos momentos”, señaló el experto.
El espejo primario, la clave
Su “clave” es el espejo primario, fabricado con vitrocerámica “maravillosamente bien pulida”, dotada de un coeficiente de dilatación prácticamente nulo, aun con oscilaciones altas de temperatura, y sobre la cual, añadió, se deposita “una película muy pequeña de aluminio”, que resulta imprescindible para una visión adecuada.
“Todo ha sido calculado para que no se degrade, ni se altere, ni exista la más mínima vibración, que pudiera alterar las imágenes” que se observen con este telescopio, cuyo peso asciende a unas 500 toneladas, aunque “se mueve como una pluma, y ocupa como una catedral entera”; “es una maravilla”, añadió.
Según explicó Sánchez, se trata del “mayor y más avanzado” telescopio del mundo y, una vez que entre en pleno funcionamiento, una vez inaugurado, algo que está previsto para verano de 2008, después de la fase de últimos ajustes que se desarrollará durante este año, podrá llegar “a los confines mas remotos del Universo”.
“Cuanto mayor es la superficie colectora, podemos captar fotones lejanísimos. Con este gran telescopio podremos llegar a lo más lejos, y eso es también hacer una historia del tiempo; porque los telescopios son la única maquina del tiempo”, añadió.
Así, explicó, “cuando se dice que se ve una galaxia, la imagen no es como es ahora se observa”, sino como era hace miles de millones de años luz, y “cuanto más se profundiza, más se retrocede en el tiempo”.
Los astrónomos podrán indagar con el Gran Telescopio de Canarias en cómo era el Universo primitivo, cómo nacieron las galaxias, las estrellas, y ver más al detalle los objetos celestes más distantes.
Recurriendo a un símil, el director general del IAC explicó que este telescopio es como “unas gafas muy poderosas, dotadas de unos instrumentos científicos muy sofisticados, y que actúan como los ojos en las personas, a la hora de hacer una imagen”.
Un telescopio, añadió, es como “un embudo con el que se quiere tragar el máximo de información procedente del exterior, y a donde se pretende que llegue el máximo de fotones posible”.
Hito empresarial
Desde el punto de vista empresarial, continuó el responsable del IAC, el Gran Telescopio de Canarias supone “un hito” para las empresas españolas, responsables del 70% de la construcción de este aparato, y que se han situado así en la vanguardia tecnológica.
El coste de la infraestructura se sitúa en casi 130 millones de euros, financiados a través de la empresa pública GRANTECAN, participada por el Ministerio de Educación y Ciencia y el Gobierno de Canarias; “es la primera vez que España se gasta dinero importante en astronomía, y ha sido para hacer el telescopio más avanzado del momento”, explicó Sánchez.
Un cinco por ciento del coste, respectivamente, lo aportan otros socios internacionales, que son las principales instituciones de astronomía de México y la Universidad de Florida, y que tendrán derecho a utilizarlo un 10% del tiempo en su conjunto.